sábado, 29 de abril de 2017

ACERCA DEL NOMBRE DE DIOS...

Por Roberto Patrón Zepeda

Última modificación: Sábado 06 de mayo de 2017, 12:55 pm

ACERCA DEL NOMBRE DE DIOS, LAS FORMAS EN QUE DIOS SE MANIFIESTA Y MI PAPEL EN RELACIÓN CON DIOS Y CONTIGO

Última modificación: Domingo 30 de abril de 2017, 4:30 pm

Hace un tiempo, mientras estaba yo trabajando, me abordó una persona con la impertinente insistencia en hablarme sobre precisiones que el creía muy importante hacer respecto del nombre de Dios. Cada vez que recayó en tal pretensión de hacerme esa completamente vana aclaración de forma (no se refería al significado, sino meramente a la forma del supuesto nombre), tuve que interrumpirlo diciéndole que eso no tiene importancia en absoluto, y que uno debería, en lugar de ello, dedicar el tiempo a actuar de acuerdo con la forma en que Dios indica, en vez de en entretenerse en nimiedades que, por su mera forma, no son más que necedades que quitan el tiempo de lo esencial, que es el significado, y, por supuesto, la acción de acuerdo con ese significado.

Por eso mismo, por esa razón de mi conciencia de la vanidad de ese conocimiento, comparado a la importancia de lo que Dios nos indica como el camino que más nos conviene para alcanzar, incrementar y mantener nuestra felicidad y progreso, yo mismo nunca me he detenido a preguntar a Dios por un nombre suyo del que haya necesidad.

Cada vez que me dirijo a él/la lo hago solamente porque deseo preguntarle acerca de cosas que para mí tienen gran importancia, y no porque Dios sea como esos directivos de nivel muy alto que no se dan el tiempo ni tienen paciencia para atender preguntas necias, sino porque yo no tengo tiempo ni disposición para ello. Sus límites son prácticamente inexistentes; mis limitaciones no, y de hecho son muy grandes en comparación.

El tema de este post no es por supuesto enfatizar en el simple hecho de tener o no tiempo para hacer una pregunta y recibir una respuesta, que no me tomarían más que unos tres minutos, sino el enfatizar en la importancia de que reparemos en la inimportancia de una simple forma nominal, y, sobre todo, en la importancia de enfocarnos en lo que realmente la tiene en muy alto grado, que, como acabo de decir, es la acción, la actividad directamente conducente a nuestro progreso y felicidad.

Hace algunos años, mientras me esforzaba por hallar el modo de alcanzar justicia ante serios abusos, y satisfacción de personales necesidades en relación con el amor y el sexo, y ya llevando varios años de iniciado un reencuentro y comunicación con Dios, que, sin embargo, era por mi parte defectuosa y defectuosamente aún más en mi puesta en práctica, se acercó a mí una persona, de quien después hablaré en detalle, cuyo nombre es "Máximo", y cuyos apellidos, singulares en su forma y significado de combinación, por ahora omitiré.

Baste por ahora decir, para los limitados propósitos de este solo post, que, aunque nunca hasta ahora ha tocado el tema de Dios ni el de las religiones, me enseñó en unos pocos meses, en repetidas conversaciones, muy claras directrices, magistralmente expuestas y ejemplificadas, de lo que yo tenía y tengo que hacer, y de las formas en que Dios se manifiesta: además de como un resultado directo de consultarlo a nuestras solas, y de como eventos muy extraordinarios cuya procedencia es sólo explicable como de Dios y de sus propósitos, en la forma, además, de una persona física que inicia con uno una relación que por sentirse como más común y más humana (en el sentido de más "terrenal" y no de más compasiva) adquiere una mayor capacidad de acercamiento y de convencimiento, con incrementada versatilidad para ejemplificaciones que uno, como ser humano, puede captar más claramente cuando se observan en un semejante.

Es como si uno al tratar de enseñar a volar a un ave se disfrazara de ave y aleteara ante ella; lo cual sería muy lógico y más eficaz. Es también, para decirlo más completa y precisamente en consonancia con las diversas formas de enseñanza que Máximo ha aplicado en relación conmigo, como si ese ser disfrazado de ave se presentara ante el ave que tiene la necesidad de elevar el vuelo y, mostrando ingenuidad y desvalidez para hacerlo él, le preguntara cómo puede aprender a volar.

Por esas razones, y por otras que después mencionaré en detalle, mi relación con Máximo ha sido asombrosa, y asombrosamente instructiva y benéfica, hasta el grado de que puedo muy bien decir, desde entonces, que en mi vida nunca he conocido a ningún otro ser humano, incluyéndome a mí, que se acerque a él siquiera un poco en inteligencia. Y sólo, tal vez, podría yo "presumir" de equipararme a él en cuanto a nuestros grados de honestidad, que es asimismo la cualidad más sobresaliente que en cualquier ser vivo he encontrado hasta ahora, además de en mí mismo, aunque pueda sonar presuntuoso.

Entre las cualidades de Dios que hasta ahora conozco, hay muchas que han llamado mucho mi atención por no solo diferir sino hasta contrastar con las que por lo común en la actualidad aún se le atribuyen. Una de ellas es su modestia, o, más bien, diría yo, su falta de presunción simplemente; cualidad, ésta última, que predomina en el concepto que de él/la se tiene en muchas de las religiones, en que "Él" se considera a sí mismo lo máximo, incluso perfecto, se muestra egocéntrico y, como si todo esto fuera poco, parece tan vanidoso, tan dependiente del ser humano y como tan poco seguro de su valía que hasta parece necesitar y, por ello, pedir recibir alabanzas; e incluso, aparentemente, condiciona su favor a que se satisfaga su ego mediante alabanzas, como un tributo prodigado a un rey que así lo exige, so pena quizá, en apariencia, hasta de algún castigo o cuando menos de la fatua negación de su favor.

El nombre del "Máximo" que yo conozco es en el caso en relación conmigo sólo con el fin de coadyuvar a su pronta y clara identificación; pero a la vez con algo de ironía humorística, que es un rasgo común en él, en el Máximo humano que conozco, y que es una de las cualidades más salientes y eficaces que puede alguien tener como maestro: al mismo tiempo en sus apellidos, que después revelaré, se aprecia el equilibrio que el nombre completo, en su conjunto, contiene, neutralizándose así esa máxima presunción que el nombre de pila solo (aislado del resto del nombre) implicaría.

Al platicar con él/la directamente, he recibido su confirmación, a pregunta expresa mía, de que él/la y el Máximo humano son el mismo ser, y, por ello, en algunas de las ocasiones, lo he llamado de este modo, al hablar con él de manera directa, aunque no habiendo en realidad necesidad.

El Máximo humano que he conocido, el físico, de carne y hueso, es de tal enigmático modo que no se identifica a sí mismo, no al menos explícitamente, como lo que sé que es. Aunque en muchos detalles parece hacerlo mediante sus actos, como muy consciente de ello pero sin así decirlo por alguna causa, esto es, sin que haya yo aún llegado a estar seguro nunca de su conciencia de lo que ocurre, porque a la vez sus enseñanzas siempre han sido de tal modo que parecen meras sorprendentes coincidencias (imposibles de creer desde hace mucho ya como simples casualidades) de problemas análogos que a él supuestamente le suceden asimismo y preguntas y comentarios que, en extremo relacionados con lo que precisamente a mí me ocurre, él me hace a mí, al modo de un ingenuo niño (pese a ser en edad unos años mayor que yo), que, sin embargo, en su mirada trasluce una especie de deliberada interpretación del papel de un ingenioso guía encubierto.

Y este es de hecho, aunque de una forma mucho más abierta, también la manera incompleta en la que de un modo directo (no ya en forma de Máximo) Dios me ha guiado siempre; esto es, no como sirviéndome el conjunto de respuestas en una charola de plata, listo todo para alimentarme muy cómodamente con solo tomarlo, sino mucho más inteligentemente y más ilustrativo de lo que un verdadero buen maestro debe hacer en todo caso: es como un sencillamente señalarme hacia el lugar rumbo al que debo dirigirme, para ser yo mismo el protagonista de mi propia historia, y no ser una simple marioneta de sus designios, en cuyo caso mi vida no tendría ningún mérito ni sentido, y así, de hecho, mi existencia, y la suya misma, no tendrían ningún sentido en su conjunto.

Hace unos dos meses, se acercó a mí un nuevo cliente, de nombre "Moisés", unos 15 años menor que yo en edad, quien, como Máximo, no tiene acceso a Internet, y que desde entonces me ha mostrado una avidez tan extraordinariamente grande de información sobre cuestiones religiosas, espirituales, psicológicas, sociales, de salud mental y física y superación, que me ha telefoneado entre 10 y 15 veces por semana encargándome información digital que, coincidentemente, al meramente conseguirla y/o prepararla para su entrega, me ha atraído la atención hacia temas significativamente importantes que he estado notando, precisamente ahora que estoy aquí escribiendo, como muy oportunos y necesarios para tratar aquí mismo.

De otras obras, como por ejemplo aquellas a que acabo de hacer alusión, no pienso extraer sino muy pocas veces ideas, y cuando lo haga lo haré expresamente citando las fuentes. Mi atención en ellas se concreta a temas sobre los que pienso exponer mis ideas y las que al respecto Dios mismo/a me ha comunicado.

Me ha sorprendido también, desde el principio de mi relación comercial y amistosa con Moisés, el curioso hecho de que su voz es tan sorprendentemente parecida a la de Máximo, que por teléfono me sería por completo imposible distinguir uno del otro por la sola atención a la voz, si bien son de apariencias físicas muy diferentes, y sus modos de hablar, no siendo opuestos entre sí tampoco, no se parecen de manera extraordinaria.

Máximo, a diferencia de Moisés, es la persona, aparte su nivel de inteligencia al que antes ya he aludido, más extraordinaria e ingeniosamente graciosa que he conocido personalmente en toda mi vida; hasta el grado de que mis conversaciones con él han sido casi siempre causas de abundantes carcajadas de mi parte y de la suya (aunque esto último más bien como por el simple gusto de verme reír tanto, por afán de hacer tal bien y no por causa de ufanía por su capacidad para lograrlo), constituyendo de esta manera no sólo una fuente de satisfacción inusitada y en extremo necesaria en mi hasta cierto grado atribulada vida, sino ilustrándome, con tal ejemplo, que una de las formas mejores que pueden haber de imprimir en alguien enseñanzas indeleblemente, es la gracia con que se expresan las cosas serias.

No sé todavía -y no lo pregunto porque me parece que sería una impertinencia- si este tipo de formas de manifestarse consistente en crear o tomar Dios un cuerpo humano para utilizarlo con ese fin, es algo en lo que él/la participa de un modo directo o de un modo indirecto, es decir, respectivamente, siendo él/la mismo/a dentro de ese cuerpo o, en cambio, influyendo las acciones de otro ser dueño de ese cuerpo. Considero, sin embargo, con base en numerosos hechos y detalles de notable significación, que lo más probable es que el caso de Máximo cae dentro de la primera de estas dos posibilidades, y que el de Moisés dentro de la segunda.

Hay dos tipos de influencia en los seres humanos que considero posibles por Dios: uno en que el influido no está consciente de que está recibiendo esa influencia, y que considero que es el caso de Moisés y de muchas otras personas; y otro tipo en que el influido está consciente de lo que sucede, y esta influencia, en este otro caso, es resultado de la aceptación y puesta en práctica de lo sugerido, a modo de mera guía por Dios, habiendo la opción, la libertad, de rechazar esa sugerencia. Y este último es mi caso de influencia, consciente y libre, recibida de él/la.

En mi consideración de su insistencia, iniciada del modo directo hace varios años, de que inmediatamente escriba y haga público esto y otras muchas cosas por Internet, le he preguntado si es posible usar este nombre, Máximo, para referirme a él/la en este caso directo también, y he recibido su aprobación, por dicho mismo motivo de necesidad de que de alguna forma se le identifique sin complicaciones, en bien de poder contribuir mediante su guía a nuestro progreso, y sólo por eso.

Con el mismo fin de mero facilitamiento de su identificación, y de no aplicar ahora un cambio "drástico" en este sentido que no se alcance a entender bien a bien hoy por hoy, escribo con mayúscula inicial el nombre "Dios", por mera decisión mía, sin que haya ya en ello ninguna razón de importancia, ni proveniente de un requerimiento de él/la mismo/a. Nótese que, sin embargo, por supuesto, cuando los cambios requeridos sí son de gran importancia, no hago concesión ninguna, y por drásticos que se les pueda ver actualmente por muchos los propugno como necesarios o imprescindibles e incluso urgentes.

En aquellos días, cuando estaba yo considerando, dudoso, si hacer públicas sus enseñanzas (pese al grado en extremo elevado de resultados favorables que he encontrado cuando las aplico), y al tomar en cuenta que hay muchas preguntas que parecen no tener respuesta lógica al respecto, respecto de Dios y los humanos en su relación con él/la, le hice todos los más espinosos cuestionamientos que se me han ocurrido a través de la vida, y al recibir a todos ellos respuestas que me fueron por completo satisfactorias, llegué, al final, a hacerle esta otra y última pregunta sobre el tema por entonces, temeroso aún de que en el camino de este proyecto, surgieran preguntas más difíciles o imposibles de responder, que previamente yo no hubiera tomado en cuenta, y a las que de él/la no pudiera yo encontrar respuesta satisfactoria; mi pregunta, entonces, simplemente fue: "Por favor, ahora quiero saber si eres... perfecto, porque si no lo eres ¿qué sucederá con todo lo que yo esté haciendo, qué sucederá conmigo, atorado en la mitad de ese camino?". Y su respuesta fue, en lo esencial: "No, no soy perfecto. Aunque mi grado de acercamiento a la perfección es tan elevado en comparación con el de los humanos, que para todos los fines prácticos en cuanto a todos los temas humanos, se me puede considerar como perfecto, de esa manera comparativa".

Eso me produjo un alivio muy grande, y más tomando en cuenta que al investigar de acuerdo con la aplicación de una variante más rigurosa y eficaz que las hasta ahora usuales dentro de la metodología científica, que él/la mismo/a me reveló muchos años atrás, yo había descubierto, de una forma por completo incuestionable (como más adelante demostraré enteramente), esto que por ahora diré muy sintéticamente así: Todo lo que existe es, en cierto modo, perfecto porque todo es imperfecto. Si fuera perfecto sería, en cierto modo, imperfecto. La explicación y la comprensión de este "cierto modo" la irás encontrando en estos escritos al paso que los examines y pongas en práctica.

Es preciso añadir, respecto a esta respuesta de Dios, que una respuesta indicativa o incluso meramente insinuativa de una cualidad divina de imperfección, habría en aquel entonces sido cuando menos temeraria, por no decir que del todo imprudente y contraproducente, en un tiempo en que lo necesario era distinto de lo actual. Cuando niños requerimos, en nuestra más tierna infancia, para mejor aprender lo que nuestros padres o tutores nos enseñan, y para adquirir una confianza suficiente en nosotros mismos y en la vida a la que apenas nos estamos asomando, una confianza extrema, preferentemente ilimitada, en las capacidades de nuestros padres o tutores.

A esa edad tan tierna, todavía no somos capaces de discernir ni de poner en duda con eficacia lo que nuestros padres nos indiquen y decidan para nuestro bien, y hacerlo sería muy perjudicial para nuestra confianza en la vida y en nosotros mismos. Somos seres, tan tempranamente, aptos aún solo para aceptar y asimilar lo que ciegamente (literalmente incluso al inicio) recibimos de nuestros padres, y sólo así debemos recibirlo, en esa etapa de la vida. Nuestros padres deben, para el buen desarrollo de nosotros mismos, parecernos como seres perfectos, además de omnipotentes, en los que, por ello, por nuestro propio bien debemos depositar toda nuestra confianza, de manera positiva y optimista preferentemente.

Más arriba dije que:

"Entre las cualidades de Dios que hasta ahora conozco, hay muchas que han llamado mucho mi atención por no solo diferir sino hasta contrastar con las que por lo común en la actualidad aún se le atribuyen. Una de ellas es su modestia, o, más bien, diría yo, su falta de presunción simplemente; cualidad, ésta última, que predomina en el concepto que de él/la se tiene en muchas de las religiones, en que "Él" se considera a sí mismo lo máximo, incluso perfecto, se muestra egocéntrico y, como si todo esto fuera poco, parece tan vanidoso, tan dependiente del ser humano y como tan poco seguro de su valía que hasta parece necesitar y, por ello, pedir recibir alabanzas; e incluso, aparentemente, condiciona su favor a que se satisfaga su ego mediante alabanzas, como un tributo prodigado a un rey que así lo exige, so pena quizá, en apariencia, hasta de algún castigo o cuando menos de la fatua negación de su favor."

Esto es por lo que un padre tiene que pasar para criar bien a sus hijos en las épocas tempranas. Preparándolos para verdades posteriores que han de ser más adecuadas a su nuevo tiempo. Preparándolos para después mirar hacia el pasado y ver con comprensiva simpatía lo que antes fue verdad y ya ha cambiado, adecuándose a nuestro tiempo y convirtiéndose en una verdad más compleja, más completa y más poderosa para el alcance de nuestras más ambiciosas metas. Todo el trayecto hacia nuestro mayor y mayor progreso así va a ser, durante siglos, miles de años y, si nuestros descendientes logran mantenerse dentro del camino por tanto tiempo, eternamente: una alternancia infinita entre relativas imprecisiones y posteriores relativas precisiones; falsas todas al ser vistas desde otros tiempos, pero todas verdaderas al ser vistas desde el presente.

Y los padres tiene que cuidar que sea así como esto suceda, de la misma forma en que cuando se trata de iniciar un fuego de hoguera, cuidamos en extremo la naciente flama, sin poner sobre ella aún ningún alimento para cocinar, hasta haberle dado ya el tamaño e independencia suficientes para soportar y mantenerse con ese trabajo al que está destinada.

En el caso de nuestra hoguera, es tiempo ya de poner en ella nuestros alimentos, porque ya es apta para ello, y porque el no hacerlo en esta etapa de nuestra existencia y de nuestro progreso constituiría un anacronismo que socavaría la razón de ser de nuestra vida. Estamos hechos para esto, precisamente, para comprender, una vez llegados a un momento dado de nuestro vivir, que todo es imperfecto y que en ello mismo, precisamente, radica una forma de perfección, que es maravillosa y que es la única forma posible en la realidad. Somos aptos ya para soportar el precio de alcanzar esta maravillosa forma de entender y vivir la vida, que es menos fácil pero al mismo tiempo mucho más satisfactoria que la precedente.

La flama ya es bastante grande para iluminar nuestro camino, hacia saciar todas nuestras hambres, especialmente las del amor y el sexo, y todas las que a éstas son fundamentalmente precisas.

Cuando te hablo, más arriba, de la falta actual de presunción de Dios, estoy diciendo simplemente que nos ha soltado de la mano, porque ya somos bastante grandes para continuar nuestro camino de manera relativamente independiente. Y sin embargo, estoy aquí a fin de contribuir a que nuestros primeros pasos se lleven a cabo sin dificultades ni accidentes y contratiempos insuperables, en la medida de lo posible.

Quizá ante esto ahora te preguntes "Y si Dios se manifiesta además en la forma de un ser humano, por qué no hace el trabajo él mismo de ese modo, el trabajo de guiarnos por donde debemos ir?" Yo mismo me he hecho esta pregunta, y la respuesta me resulta clara luego de pensarlo un poco: Aunque Dios no es un ser humano, tiene la capacidad de actuar a nuestra semejanza y con un cuerpo humano de tal modo que los resultados de ello sean los mejores posibles, en tales propósitos de guiarnos por el camino a las metas que necesitamos alcanzar; sin embargo, Dios no quiere ser un simple guía -lo cual en realidad sería maravilloso-, sino algo aún más empático y más eficaz que solamente eso: quiere darnos un ejemplo de ello, por él/la realizado mediante su guiar, en un auténtico ser humano, que es exactamente como tú y como cualquier otro humano común, transformado, como tú también lo puedes llegar a ser, en lo que él quiere para nosotros, para nuestro máximo beneficio.

La existencia de Dios y la existencia de los seres vivos tienen sentido únicamente como otredades respectivas, o como tan solo seres diferentes entre nosotros. Si Dios y los seres vivos fuéramos un mismo ser, o tan solo fuéramos idénticos entre nosotros, la existencia de ninguno de los dos tendría sentido, por hallarse ausente la otra parte o la diferencia con respecto a la otra parte; y por lo tanto ninguno de los dos existiríamos. Si Dios existe y si los seres vivos existimos, es por causa de la alteridad y la diferencia que nos separan y, así, nos complementan entre nosotros (Dios y nosotros) y, de este modo, nos producen deseo de unión entre nosotros y, de esta forma, terminan uniéndonos de hecho, hasta un grado de perfección cuando nuestro progreso sea el más alto posible alcanzado, en que Dios y nosotros los seres vivos seremos casi uno mismo, casi idénticos entre nosotros, pero sin llegar nunca a ser uno mismo ni a ser idénticos, porque el día en que eso llegara a ser, dejaríamos ambos de existir.

En esta empresa mayor que convencer y guiar a un solo ser humano como en mi caso, quiere convencer y guiar a todo el resto no ya disfrazándose de un ave en su propósito de enseñarnos a alzar el vuelo hacia alturas mayores, sino ofreciendo un auténtico ave que él/la ha entrenado a fin de que a este vuelo contribuya entre sus congéneres.

La enorme diferencia entre una y otra forma y la mucho mayor idoneidad y conveniencia de la segunda sobre la primera en parte, la veo muy claramente en cuanto reparo en el hecho de que sólo un ser humano, un verdadero y simple ser humano, como yo -y no él/la desde luego-, puede realmente sufrir los problemas y limitaciones a los cuales hemos de aplicar las soluciones que Dios nos sugiere para el alcance de las metas de mayor progreso que nos esperan. Dios y yo somos, así, como una alianza de expertos en estos dos campos, los problemas y las soluciones respectivamente, colaborando con el fin de obtener y ofrecer los mejores caminos posibles para todos hacia el progreso.

La capacidad de cualquier ser vivo para encontrar soluciones a problemas de gran importancia, fundamentalmente estriba en su capacidad para ver, para percibir y sentir como tales grandes problemas donde la mayoría o todos los demás aún no los perciben, los perciben poco claramente o/y les conceden escasa importancia. En esto y en muchas respuestas que ya he encontrado, con la guía de Dios, a múltiples serios problemas e interrogantes, consiste mi función entre Dios y nosotros los seres vivos, sin excepción, en este planeta. Yo soy la parte de muy limitadas capacidades y muy ilimitadas vulnerabilidades que, por ello y por similares limitaciones en mis congéneres, se encuentra en problemas, que sufre y cuestiona, por el sufrimiento que además percibo en muchos otros con igual intensidad que ante los míos y que si fueran propios los que yo no tengo, y que sólo puede ser humana aquí; y Dios es la parte que escucha, comprende y guía, y que, al nivel de sus respuestas, sólo él/la puede constituir.

Se habrá notado ya, por alguno tal vez, que al hablar sobre la parte que a Dios corresponde en las acciones encaminadas a los propósitos aquí mencionados y aludidos, he dicho solamente "que escucha, comprende y guía" sin mencionar también el hecho de "sentir"; y no porque no sea así, sino solamente porque la mención de esta importante capacidad de Dios podría prestarse aquí a una mala interpretación, si no hago en cuanto a ella alguna breve aclaración al menos. Puesto que actualmente la mayoría de los lectores de estos escritos pertenece a un país con relativamente enorme atraso en los aspectos económico y psicológico, hay el riesgo de que se espere que ese sentir a que me refiriera consistiera en ese nocivo sobreconsentimiento que es típico de la forma de esperar algo de Dios por la mayoría de la gente de países como éste.

De una vez debo a aclarar, por lo tanto, que ya no va a ser así, porque el ser humano no está ya en edad de continuar del mismo modo en que hasta ahora lo ha hecho. Y sin embargo, el modo de sentir de Dios, si bien no incurre por supuesto en el error de sobreconsentir, es el más favorable posible al bien en todos los aspectos de todos los seres vivos.

Ya antes he mencionado la relativamente mayor independencia a que nos dirigimos, el camino que Dios ahora nos señala, y ello implica un sentir con nosotros más adecuado a nuestra edad actual como especie, y el más sano y benéfico posible para nosotros.

Gran parte de lo que es preciso que ahora el ser humano conceptúe de un modo nuevo, y que es parte primordial de mi designio, es dicha comprensión de Dios, su manera de ser realmente de acuerdo ahora con nuestro tiempo. Estoy aquí, dicho en otras palabras, para actualizar la descripción de Dios y del modo en que quiere que nos comportemos, para el máximo bien posible de y entre nosotros mismos.

Aunque he mencionado que los problemas que experimento son, en parte, consecuencias de limitaciones similares en otros y en mí, tengo que decir también que en parte son a la vez consecuencias de distintos grados de limitaciones en otros y en mí, siendo en muchos casos consecuencias de mucho menores limitaciones en mí que el común de quienes me rodean; como por ejemplo en cuanto a honestidad y sensibilidad; y siendo a la vez en muchos otros casos consecuencias de limitaciones mucho mayores en mí que en otros; como por ejemplo en cuanto a lo económico. Por esto, estoy aquí a la vez para mostrar el camino que ya bien conozco en cuanto a todo aquello en que me encuentro ya en grados más altos, y para asimilar y mostrar a otros también el rumbo en cuanto a todo aquello en que me haya encontrado en niveles más bajos, durante este ascenso equilibrante, de mí mismo y de los demás, hacia lo que más conviene al ascenso a nuestra máxima felicidad.

La justicia y la felicidad de todos los seres vivos, dependen principalmente del equilibrio entre cualidades y entre condiciones entre todos los seres vivos interrelacionados, y es por ello que me enfoco esencialmente en toda forma de equilibrio necesaria para tales fines, en todo cuanto pienso, hago y comunico.

Al mismo tiempo, Dios quiere ofrecer en mí un ejemplo de obra plenamente realizada por el cumplimiento máximo de sus designios, para muestra e inspiración del resto de mis congéneres. Y el éxito de este propósito, no será obra meramente mía ni de él/la, sino igualmente del resto de los humanos, a merced de cuya libre reacción y acción está todo cuanto yo hago a este respecto.

Mi género sexual es masculino, y el propósito de esta elección de Dios en cuanto a género, es en consideración solamente del hecho de que los hombres son quienes actualmente detentan la mayor parte del poder y de las decisiones, y por ello se requiere, requieren ellos alguien semejante, de los suyos, que les muestre en ejemplo que un hombre, un verdadero hombre, no es el que somete a las mujeres más allá del aceptable y deseable grado de acciones motivadas por los naturalmente sanos deseos sádicos hacia ellas, ni el que exhibe su fuerza de mal conceptuada virilidad y superioridad supuesta en inteligencia mediante acciones tan precisamente demostrativas de las más extremas y peores cobardía y estupidez como el abusar de seres tan indefensos como nuestros compañeros animales.

El amor y el respeto por los animales, no es asunto femenino (meramente femenino), como muy equivocadamente aún la mayoría de los hombres creen, mientras la mayoría de las mujeres continúa sin aplicar para los animales con respecto a sí como ser humano los mismos principios de igualdad en la justicia que para ella misma necesita con respecto al hombre, porque ni siquiera para ella misma los han, los hemos, conseguido hasta ahora, sino muy limitadamente.

Mediante la publicación de una larga serie de extensos resultados de trabajos de investigación científica que he realizado a través de más de 25 años, y que ya he comenzado a publicar, muy limitadamente hasta ahora, pienso demostrar que mi capacidad en inteligencia es por mucho la máxima que cualquier ser humano haya mostrado antes, y, sin embargo, insisto y siempre insistiré en que el mayor indicativo y motor generador de mi inteligencia es mi amor y mi respeto ilimitados por el bienestar y los derechos especialmente de todos los seres más débiles que conviven con nosotros los más fuertes en nuestro planeta, de todos nosotros.

Desde que tengo conciencia de que esto es importante como ejemplo, mi más grande motivación en acrecentar mi inteligencia y en mostrarme así al máximo ante el resto de los humanos, es precisamente el resultado en protección que de ello puede conseguirse para los derechos y el bienestar de los animales, que, por mucho, son la parte más cruelmente y más extremamente víctima de abusos cometidos por parte de nosotros los humanos.

Esta extrema injusticia es en extremo obvia y, por ello, es en extremo lamentable que su obviedad y la obviedad de la urgencia de dejar de cometerla no lo es tal para la gran mayoría de los seres humanos en la actualidad.

Por esto, y solo por esto, no me limito en atreverme a hablar, y casi solo a hablar por ahora, en cuanto a propósitos tan elevados que puedan por otros ser vistos ahora como presuntuosos, consciente de que mis acciones, mis hechos, hablarán pronto más fuerte que las palabras de cualquiera de nosotros.

Mis propósitos son múltiples y menos simples que como ahora podemos mirar los de antiguo; son más complejos en virtud del equilibrio que nuestro progreso ahora requiere en nuestros propios mayores provecho y satisfacción; y son tantos, que me sería imposible ahora mencionarlos todos, porque algunos de ellos requerirían de explicaciones que forzosamente serían extensas. Conforme vaya avanzando en estos escritos, los iré exponiendo.

Por ahora sólo puedo resumirlos todos mediante estas breves líneas: contribuir al máximo progreso de todos los seres vivos, mediante la aplicación por cada cual de esta recomendación en que Dios lo resume todo: Vive al máximo acorde con Dios.

Para ello, hemos de comenzar por cumplir este lineamento que Dios nos sugiere: Exprésate a ti mismo/a al máximo.

Esta instrucción* presupone desde luego el ser uno/a mismo/a, puesto que se trata de expresarse uno/a a uno/a mismo/a, y no a otro/a. Muchos autores han hablado e insistido en la necesidad y conveniencia de ser uno mismo; pero es preciso destacar que el ser uno mismo no vale nada mientras uno no se exprese suficientemente a sí mismo, ante sí mismo, ante los demás y ante Dios.

* Dios ya no nos habla en cuanto a mandamientos, ahora que estamos en edad y libertad de decidir qué hacer, sino de instrucciones que nos ofrece, sin carácter mandatorio. Y cuando uso el verbo "deber", cosa que hago con frecuencia en estos escritos, en relación con lo que yo o Dios sugerimos, me refiero no a lo que uno/a está de algún modo obligado u ordenado a hacer, sino simplemente a lo que uno/a necesita hacer, de acuerdo con lo que a ello es eficaz y conducente, para lograr lo que más conviene al más alto grado de felicidad progresista de uno/a mismo/a.

Un ser uno mismo sin la expresión de uno mismo, es exactamente igual que si no existiera (cuando esa falta de expresión no es ni siquiera ante uno mismo). Por esto esta instrucción consiste en un paso más, un vital paso más, en extremo importante, hacia nuestro progreso y felicidad. Entre el logro de ser uno mismo y la expresión de uno mismo puede haber y suele haber de hecho extrema diferencia. Y todo nuestro progreso y felicidad dependen en lo esencial y en proporción directa de esta expresión de lo que sentimos, lo que deseamos, lo que tememos, lo que pensamos, de lo que somos, en cuanto a todo y ante todos sin excepción.

Esto tiene un significado tan extenso y tan importante, implica tantas cosas, que escribiré abundantemente a este respecto. Los beneficios de expresarse al máximo uno/a a sí mismo/a ante todo el mundo son enormes y muy numerosos, en todos los aspectos de la vida; en la salud, en lo social, en lo mental y emocional (o "espiritual") o psicológico, en lo económico, en la justicia y en lo moral, en la ciencia, en la tecnología, en todas las artes, etc, etc. Y de todo ello pienso hablar en extenso y en detalle aquí en futuras oportunidades.

Quizá a primera vista te parezca que alguno(s) de estos campos no guarda(n) muy cercana relación con dicha libertad que recomiendo, como por ejemplo en la tecnología, la ciencia y lo económico. Y sin embargo, en cada uno de estos campos también la relación causal es extremadamente íntima; de hecho, en todos estos casos mencionados y en todos los demás aspectos de la vida que aún no he mencionado hay una proporción directa entre esta libertad y el progreso de todos los seres vivos.

Más ampliamente, incluyendo alcances mucho mayores que mediante dicho lineamento, mediante mayor liberación equilibrada con mayor responsabilización que las comúnmente presentes, puede resumirse de este modo todo:

Ábrete al mundo, y el mundo se te abrirá. La llave maestra para el mundo es abrírtele tú a él primero.

Esto engloba todos mis propósitos, personales y para toda persona dispuesta a progresar por este camino, que es el único al progreso verdadero; esto es, al conducente a la máxima felicidad progresista posible en la actualidad.


SOBRE LA LIBERTAD EN MI FORMA DE ESCRIBIR AQUÍ

Última modificación: Domingo 30 de abril de 2017, 4:30 pm

Una aclaración que es necesario hacer aquí ahora, para quienes no han platicado antes conmigo (personalmente o por cualquier medio), es que el lenguaje que utilizo aquí es, necesariamente, mucho más libre que el que utilizo en casi cualquier conversación personal inicial o que, independientemente del tiempo que lleva esa conversación o lleva mi relación con esa persona, no ha alcanzado un grado de confianza suficiente como para que este elevado nivel de libertad nos suene, a ambos a un tiempo, natural y cómodo.

Por supuesto, no es este el modo en que normalmente platico de manera individual con las personas que comienzo a conocer, y no porque en esos momentos de una relación yo sea hipócrita, sino porque por prudencia debe uno hasta cierto punto limitarse en ello hasta saber hasta donde la otra persona puede sentirse cómoda al conversar. En cualquier relación, mi proceder implica no tratar nunca de forzar una forma de hablar ni de actuar que la otra persona no está o no parece estar dispuesta a aceptar cómodamente.

En este blog, en cambio, me dirijo de tal modo que la gente vaya conociendo mi modo de pensar y el de Dios más exactamente, con las palabras y la forma de decírlo ante mí mismo y ante la gente de mucha confianza. A nadie, obviamente, se obliga a continuar leyendo a una persona que aquí trata de expresarse con alguna libertad, cercana, aún no mucho, a lo más apropiado y más afortunado al más alto nivel de la felicidad y el placer progresistas.

Quiero hablarte con la misma libertad con que me hablo a mí mismo, con que pienso a solas, con que hablo con Dios y de acuerdo con lo que Dios mismo me ha múltiples veces insistido en que haga, para que no existe ningún filtro que deforme en nada lo que tengo que decirte. Y quiero aproximarme a ello cada vez más, hasta haber alcanzado este propósito completamente.


DESEQUILIBRIOS ENTRE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES Y LOS DE LOS HOMBRES Y ENTRE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES Y LOS DE LOS HUMANOS, QUE DEBEMOS REPUDIAR Y REPARAR EN BENEFICIO DE NUESTRO PROGRESO Y FELICIDAD

Última modificación: Domingo 30 de abril de 2017, 4:30 pm

Este blog tiene en gran parte la intención de equilibrar aspectos importantes desequilibrados en la vida humana (y como resultado también en la vida del resto de los seres vivos en este planeta); es decir, de señalar en lo posible formas de lograrlo.

Por esto su contenido es forzosamente de tal modo que realice un contrapeso a lo que, de una forma desequilibrada ya es predominante; es por esto, por ejemplo, principalmente, que en este blog parezco, y continuaré pareciendo por mucho tiempo más, como dirigiéndome a las mujeres más que a los hombres, sin que ello implique en absoluto que de un modo general o esencial así sea.

Tendré, en aras del equilibrio, de ejercer una acción equilibrante, que seguirme enfocando sobre todo, mayormente, en aquellos seres y cosas esenciales en la vida que en perjuicio de todos están recibiendo un menor enfoque que el debido, que el necesario, que el equilibrado.

Por esto es que en este blog me concentraré, además de en muchas otras cosas, en hablar respecto a los derechos de la mujer, y también de los animales, porque los derechos de las mujeres y los de los animales están actualmente mucho más limitados que los de los hombres y de los humanos, respectivamente.

Y, por supuesto, el hablar en cuanto a estos derechos de esta forma preponderante es también en beneficio, indirecto, de los hombres y de los humanos, de tal modo que en realidad cada vez que hablo sobre los derechos de las mujeres y los derechos de los animales estoy, indirectamente, hablando al mismo tiempo sobre los derechos y el bienestar, en todos los aspectos, de los hombres y de los humanos, en exactamente igual proporción.

Cuando hablo respecto a que las mujeres deben ser más libres, estoy hablando en cuanto a que los hombres deben ser más libres, pues no podría existir más libertad en las mujeres sin que al mismo tiempo se produzca en los hombres más libertad, que permita de modo armonioso, acordado y gustoso esa ganancia en libertad en las mujeres.

Igualmente, los humanos aún no sospechan el enorme beneficio que a sí mismos, en su vida, en su manera de vivir y de sentirse, logrará un hecho tan importante también, desde cualquier punto de vista, como el incremento suficiente en el respeto de la vida y los derechos de los animales. Esto elevará a los humanos muy por encima de lo que actualmente son, en absolutamente todos los aspectos, incluyendo el económico; y lo aclaro por si por algún momento se pensara que esto no tiene pertinencia con estos derechos, o si se pensara que tal incremento en estos derechos pudiera ser en menoscabo de este aspecto, o se pensara que no atribuyo importancia bastante a este aspecto esencial en la vida, el aspecto económico.

Nótese que, como antes dije, estoy aquí también tratando de ejercer una acción hacia el equilibrio, al mencionar un aspecto, el económico, relativamente desatendido, en lugar del aspecto moral implícito que es por supuesto muy mencionado, sin que ello implique que este aspecto, el moral, es para mí menos importante, y del cual, por supuesto, también hablaré en otras partes de este blog, conforme vaya habiendo para ello oportunidad y relación más urgente y atinente. Todo esto es urgente ahorita, ya, y, sin embargo, debo ir paso a paso, por partes.


EL ASCENSO DESDE LA INFANCIA HASTA LA ADULTEZ EN LA ESPECIE HUMANA

EL ASCENSO DESDE UNA MORALIDAD CIEGA (DOGMÁTICA) HASTA UNA SENSIBILIDAD JUICIOSA

Última modificación: Domingo 30 de abril de 2017, 4:30 pm

A propósito de lo moral, debo decir que detesto esta palabra y lo que ella implica, porque es ya obsoleta, una vez llegados a esta etapa de nuestro progreso como especie. Con lo cual, por supuesto, no quiero decir que nos debamos degradar en ese aspecto, sino que debemos ascender a algo mucho más elevado que eso, que es la sensibilidad, en lugar de permanecer en la moralidad, o bien podemos ascender a una nueva forma de moralidad basada en sensibilidad, en sensibilidad juiciosa, razonada, en beneficio de todos los seres humanos y de todos los demás seres vivos que nos acompañan, y no en meros principios irracionales que al principio, en el inicio de nuestra existencia como especie, hemos necesitado, de ese modo (y por ello, tomando en cuenta esa primitiva necesidad han sido en cierto modo no del todo irracionales), pero que ya hemos de desechar, abrazando ahora esta otra forma de proceder mucho más apropiada a nuestra felicidad y progreso conjuntos, que llamo felicidad progresista, por contraste con la felicidad estúpida de la que por error muchos se jactan de poseer, sin haber progresado a la vez suficientemente.

Llamo "sensibilidad juiciosa" a una sensibilidad, primariamente, primordialmente, o sea en lo fundamental e inicial sensibilidad, y luego juiciosa, luego pasada por el tamiz de la razón, y luego, una vez además razonada así, expresada, emitida como juicio. O sea que me estoy refiriendo a una sensibilidad que va más allá que una simple sensibilidad razonada, porque además de razonada es expresada, es comunicada, aunque prefiero el término "expresada" al término "comunicada" porque el primero además de implicar la comunicación de lo que se piensa enfatiza en el hecho de implicar, también, la comunicación de lo que se siente.

Y esta expresión, además, en la medida en que sea necesario, y sólo si llega a ser necesario, hay que hacerla de una forma enérgica, e incluso, cuando llegue a ser preciso, agresiva, en la medida en que las circunstancias nos lo impongan imprescindible y en la medida en que la prudencia nos lo permita, a la vez.

Hay muy grandes y muy importantes razones para la presencia imprescindible de este adjetivo, "juiciosa", en este término, acompañando y calificando a la palabra "sensibilidad"; pero no podré ahora detenerme a hablar más sobre estas razones, aunque lo haré en abundancia concisa y detalle conforme la oportunidad, el tiempo, me lo vaya posibilitando.

La distinción entre lo moral y lo sensible (lo sensiblemente razonado y juicioso), el paso de ese estadio a este otro del progreso de la Humanidad, es una de las muchas formas de progreso que implica este paso, para llamarlo de otra manera también, de la infancia a la adultez del ser humano como especie, que implicará cambios muy sustanciales en los individuos que la componen.

Esencialmente, este cambio, esta evolución, implica una mayor conciencia y un mayor control por los individuos sobre sus acciones. La mayor conciencia les posibilita darse cuenta de que están hasta ahora realizando una gran cantidad de cosas de una forma autómata y sin razón, y que tales acciones no les benefician, ya no ahora que son mayores, si bien en la infancia les fueron útiles para el progreso en esa otra etapa, inicial, de su vida.

La enorme diferencia entre una y otra etapa puede quedar muy bien ilustrada mediante esta comparación entre las formas de tratar a un niño y a un adulto en cuanto, por poner un ejemplo entre muchos posibles, a las conexiones eléctricas: A un niño de cuatro años le ordenamos, sin explicaciones que no entendería todavía, que ni siquiera toque los enchufes, para que no vaya, tratando de imitarnos luego, a tratar de conectarlos y electrocutarse debido a carecer todavía del cuidado bastante para hacerlo con seguridad. A un niño más grande o a un adolescente, en cambio, ya podemos hablarle, concientizarlo, en cuanto a los riesgos para su seguridad al conectar aparatos eléctricos, cómo hacerlo con seguridad y permitirle hacerlo de ese modo. A un adolescente y a un adulto podemos ya incluso enseñarle cómo desarmar y reparar o reemplazar una conexión eléctrica, enchufe o clavija, sin la necesidad ya siquiera de explicitarle que puede hacerlo cuando lo juzgue necesario, porque esto, a esta edad, se da por descontado.

Lo mismo puede decirse en cuanto al uso de un cuchillo, y cualquier otra cosa que puede usarse para bien o para cosas útiles pero con riesgo a la vez de usarse para mal o dañinamente.

Al inicio de los más recientes progresos de la Humanidad, hace unos pocos miles de años, y por mera inercia aún hasta nuestros días, cuando el niño tenía aún, y mentalmente aún tiene, una edad de unos pocos años, requería de prohibiciones como la de este ejemplo, mediante códigos morales que lo previnieran contra el uso libre de clavijas macho y hembra, prohibiéndosele tocar y manipular casi cualquiera de estos artilugios y aparatos, en muchos casos hasta el suyo propio.

Sin embargo, la edad de la Humanidad ya no es actualmente la de un niño pequeño, y continuar con la mentalidad de tal implicaría un retardo que, desde todos los puntos de vista, es insano y adverso a su progreso.

No podemos continuar en la inconsciente negación de hacer muchas de las cosas que en realidad ya podemos, y debemos en aras de nuestro progreso, hacer responsablemente, bien, con exitosos resultados.

Para ello, para liberarnos de este lastre, debemos concientizarnos de lo absurdo, lo inapropiado que esas prohibiciones y creencias nos son actualmente, si bien antes nos fueron apropiadas y útiles, y de que ahora no sólo no nos son ya útiles, sino además nos son nocivas, como lo son todas las limitaciones que, impuestas apropiadamente a un niño de corta edad, por inercia continúan en uno de edad mayor, de un adolescente o un adulto, que en tales casos se comporta como un retardado mental.

Hay además la necesidad, que por sí sola se demuestra en la práctica de la libertad responsable que es típica de los niños de edad no muy corta y de los adolescentes y adultos, de señalar también los grandes beneficios de ejercer esa libertad responsablemente.

En el ámbito de lo sexual (y también hablaré del amor), no hay ya nada, aparte de unas pocas limitaciones sobre las cuales podemos tener gran control, que válidamente en la actualidad nos impida tener una vida mucho más plena, mucho más placentera y mucho más feliz, mediante una libertad mucho mayor y al mismo tiempo muy responsable.

En este ámbito tan importante en la vida, sólo hay algunas pocas causas verdaderamente válidas para limitarse al tener sexo, y para incluso elegir no tenerlo, mientras que en todo el resto de los casos el sexo se debe tener sin ninguna limitación, cada vez que se sienta el deseo de tenerlo (relegando siempre la masturbación a los casos de simple imposibilidad práctica), a saber:

1. No tenerlo cuando:

 a). Es ilegal; cuando, por ejemplo, constituye pedofilia o implica cualquier tipo de coerción.

 b). Hay algún problema de salud que lo imposibilite o desaconseje.

c). Hay alto riesgo en relacionarse con determinados inconvenientes tipos o estados de personas, como, por ejemplo, personas violentas o crueles, conflictivas, deshonestas, celosas, posesivas, drogadictas, enfermas mentales, en estado de ebriedad o bajo efectos de otras drogas, etc. Esta lista de prospectos con cualidades o en estados de alto riesgo puede alargarse mucho más; sin embargo, trata de que no se alargue tanto que busques personas perfectas. En realidad, fuera de este tipo de personas hay muchas con las que puede muy bien tenerse sexo sin ningún problema. Con la práctica podrás identificarlas más rápidamente.


2. Tenerlo con limitaciones cuando:

 a). No se quiere procrear; usando métodos contraceptivos.

 b). Hay riesgo de contagio de una enfermedad, venérea o de cualquier tipo; usando para ello la recomendable protección profiláctica; como, por ejemplo, condones.


3. Tenerlo sin ninguna limitación cuando:

 a). No se está en ninguno de los casos antes mencionados.

Fuera de las limitaciones mencionadas en los casos 1 y 2, el sexo debería ser totalmente libre, porque no hay absolutamente nada más que sea realmente válido, en la actualidad, para que no lo sea, hasta ese grado de libertad. Para ello, contra esa libertad, no es válido, por supuesto, tampoco el hecho de que una persona, mujer u hombre, sea casada, o "tenga" pareja de cualquier manera. Y entrecomillo el "tenga" para señalar el absurdo implícito en la común pretensión (más marcada en la gente de cuanto mayor atraso es) de que uno/a es dueño/a de "su" pareja, o de que si es su dueño/a no la puede compartir, o de que es su único/a dueño/a (en cuyo caso contrario, perteneciendo a todos los demás también, no tendría sentido hablar en cuanto a propiedad).

¿Qué significa esto más concretamente, en detalle? Significa que si una mujer, hombre bisexual u homosexual, cualquiera, siente, en cualquier momento, el deseo por ejemplo de mamar verga(s) debe, y no solo puede, hacerlo de hecho (en lugar de masturbarse o simplemente limitarse a fantasear que lo hace), en cuanto le sea posible. Y esto implica que, cuando menos en el caso de las mujeres en la actualidad (y después también de los hombres cuando menos en cuanto a mamar panocha una vez alcanzado por las mujeres un mayor grado de libertad), la satisfacción sexual se realizaría (con muchas otras prácticas sexuales además) casi siempre, por completo y pronto (y la masturbación existiría muchísimo menos que ahora, reducida a una consecuencia de limitaciones que muy pocas veces se presentarían).

Sientes ganas de mamar verga(s) o/y panocha(s), siendo mujer o hombre, y en el acto lo haces a quien(es) está(n) a tu lado si te encuentras en una reunión social en que se te permita, o tomas el teléfono y acuerdas una cita con alguna(as) amistad(es) o conocido(s) y, un rato después, mamas esa(s) verga(s) o/y panocha(s) que estás deseando disfrutar.

Necesitaría escribir un largo libro entero y muy conciso en cuanto a todos los enormes beneficios que resultarían de la práctica de este grado de libertad.

Aparte del enorme grado de satisfacción que cada día en la vida cada ser humano lograría de esta manera, y de la enorme cantidad de problemas que se evitarían con ese grado de apertura en lo sexual, un derivado en extremo importante y benéfico (y en otros ámbitos, pero también tan solo de la sexual) sería la prevención de una gran cantidad de enfermedades y "enfermedades" (estas últimas que no lo son realmente, pero que se consideran como tales).

De la sola libertad ilimitada de expresar todo lo que se piensa y siente, aun cuando no hubiera ninguna libertad adicional, aparte de esa, se produciría un enorme beneficio, y se producirá de hecho, en todos los ámbitos de la vida: en la salud, en la justicia, en lo social, en la economía, en todas las ciencias, la tecnología y todas las artes; en todo sin excepción.

Ya he comenzado, hasta ahora muy brevemente, a hablar en cuanto a la música, y pienso hacerlo mucho más en cuanto a este arte y en cuanto al cine y sobre otras artes, por la enorme influencia que éstas tienen, directa e indirectamente, en la vida de todos los individuos. La influencia de artes como la música y el cine es enorme en la vida de todos los individuos, aunque a muchos de estos (un pequeño porcentaje del total) no les guste alguna de ellas. Por esto voy a hablar en abundancia a este respecto, aquí más adelante, sobre la enorme falta de libertad y el serio desequilibrio de ella resultante que hay en estas artes, que son resultado de esos mismos defectos existentes en la sociedad actual, y a la vez son en parte causa de ellos, en un círculo vicioso que debemos corregir y transformar en círculo virtuoso, de equilibrio entre responsabilidad y libertad crecientes.

Actualmente existe en todos los aspectos de la vida humana un enorme desequilibrio entre libertad y responsabilidad (y entre muchos otros pares de contrarios esenciales), en detrimento de la libertad, y al mismo tiempo un nivel demasiado bajo de estas dos cualidades y condiciones, de tal modo que el grado actual de irresponsabilidad es casi tan lamentable como el de falta de libertad.

En el progreso de los seres vivos, hay siempre una etapa de desequilibrio inicial, porque una vida en desequilibrio es mucho más sencilla, más simple, que una vida en equilibrio, que es más compleja porque implica la necesidad de compaginar armoniosamente cualidades y condiciones entre sí contrarias y complementarias.

Inicialmente, los seres humanos se han vanagloriado de una pureza, simplicidad, predominancia de una sola cualidad en lo moral, pretendidamente, a la vez que denigrando y censurando la impureza de conductas que combinan cualidades que conforman conductas menos simples, más complejas, que para muchos son incómodas y difíciles o hasta imposibles de comprender, aunque no pocos ya poseen la osadía y perspicacia bastantes para saborear con gusto y digerir sustanciosamente estas combinaciones agridulces, como las de mujeres vestidas muy sexys con actitudes muy cariñosas.

Esto desconcierta a muchos hombres, que ven a estas mujeres como más difíciles de "manejar", de tratar, si bien al mismo tiempo en muchos de estos mismos temerosos se produce un mayor deseo que los desconcierta, combinándose en el mismo individuo un temor y un deseo como el que ante una tentación prohibida ocurre o ante una medusa.

La causa de este sentimiento dilemático es sencillamente que esos individuos están acostumbrados a lo más fácil, a valorar y buscar lo más fácil, lo simple, porque es por supuesto mucho más fácil "manejar" a una mujer que podemos considerar como una completa puta o como todo un ángel, que a una mujer que se nos muestra como medio puta y medio ángel a un mismo tiempo. Ante una mujer así, muchos hombres temen enamorarse por la parte cariñosa que ella muestra, y luego "morirse" de celos ante ella por la parte sexy que la misma exhibe. "¿Cómo puede una mujer tan encantadoramente dulce estar tan lamentablemente corrompida como para al mismo tiempo usar minifaldas tan cortas?" se preguntan muchos de ellos. La imagen de una mujer así les parece, a muchos, como una especie de maldición, y lo es de hecho, convertida por ellos mismos y por la sociedad en la cual se encuentran inmersos. Mientras que para otro tipo de hombre, los que ya han alcanzado un grado de progreso bastante elevado para ello, este tipo de mujer es precisamente el ideal, el más cercano a la perfección, precisamente por ese equilibrio tan exquisito que despliega una mujer así, que les da a la vez la posibilidad de tener una puta y un ángel en una mujer, sin tener que recurrir a dos mujeres diferentes.

La pureza moral es algo de lo que en determinada etapa del inicio de su evolución necesitan todas las especies, por meras razones de simplicidad, para luego ascender a una etapa de mayor progreso, más compleja. A fin de promover mejor esa forma de desequilibrio inicial, se le llamo "pureza", en lugar de desequilibrio; y por la misma razón, con el mismo objetivo, llamaremos ahora equilibrio a lo que en aquel entonces y en la actualidad con base en tales conceptos antiguos se llamaría "impureza".

Ya en otro post he señalado en este blog el hecho de que el progreso se caracteriza por un paso de un contrario a otro a través del tiempo, de una cierta etapa a su etapa contraria suya, consideradas cada una de ellas de manera relativa, es decir, por comparación una con la otra. Así, lo que en el pasado consideramos como verdadero en el presente lo consideramos como falso, y lo que en el presente consideramos como verdadero en el futuro lo veremos como falso, y así sucesivamente, en una alternancia de contrarios, en los que cada tiempo tendrá su verdad en relación consigo mismo, que a la vez será falsedad en relación con su pasado y su futuro. Todas estas verdades y falsedades son relativas, y todas son válidas como tales, como verdades y falsedades relativas: relativas al tiempo en que suceden, las verdades; y relativas al tiempo en que no suceden, las falsedades.

Las falsedades relativas del pasado las consideramos tales, las consideramos falsas porque ya las hemos superado, porque nuestra situación y conocimiento ya han avanzado lo suficiente como para darnos cuenta de que la verdad ahora es otra; y las falsedades relativas al futuro las consideramos tales simplemente porque aún no estamos preparados para entenderlas, para descubrir la verdad que hay en ellas.

En el primero de estos casos podríamos decir que estábamos equivocados, y que ahora ya no lo estamos; sin embargo, en muchos de los casos podemos decir que en ambos tiempos, en relación con nuestro tiempo cada vez, estábamos y estamos en lo verdadero, pese a ser contrarias entre sí una y otra verdad, del mismo modo en que tú y yo decimos la verdad si estando el uno frente al otro afirmamos que señalamos hacia la derecha, aunque uno y otro lado que señalamos es contrario al otro.

La necesidad de la pureza en el pasado fue una verdad tan válida y tan defendible como la necesidad del equilibrio en el presente, por más que una y otra cosa son contrarias entre sí, puesto que estamos en tiempos, pasado y presente, que son contrarios entre sí.

No busques en la biblia del pasado la verdad actual, porque si bien allí estuvo en su tiempo ya no lo está ahora. Búscala en la biblia actual, en que ahora se reescribe.

Has alcanzado el nivel más alto de progreso que un ser humano puede alcanzar en la actualidad, cuando pasas de actuar como un niño pequeño a actuar (para decirlo ahora aún mucho mejor que al hablar ya de un niño de más edad, de un adolescente o de un adulto) como un bebé; es decir, cuando asciendes desde el punto en que actuabas como un niño que tenía muchas limitaciones impuestas por sus padres a un punto en que actúas como una criatura que es aún tan pequeña que no tiene aún impuesta casi ninguna limitación; cuando, con toda falta de malicia que sus padres luego le impondrán, toca los genitales de otro bebé con que está jugando, por la simple ingenua curiosidad de que esos otros genitales son distintos, y cuando con la misma naturalidad el bebé examinado se lo permite.

Cuando se ha alcanzado el grado más alto de progreso humano, la conducta se parece mucho, de nuevo, a la de un bebé,* en naturalidad, en sencillez, en llaneza de conducta, en humildad, en honestidad. La diferencia es que en la adultez equilibrada, cuando se ha logrado recuperar ese estado perdido que a uno lo asemeja mucho a un bebé, se está consciente de lo que ocurre, y se ha adquirido, equilibradamente, una responsabilidad respecto a esa propia libertad.

* Por supuesto, en la actualidad esa naturalidad recuperada al llegar un adulto a este elevado nivel de progreso, no podrá casi nunca llegar a esa libertad antes mencionada como ejemplo en que un individuo toca los genitales de otro tan fácilmente, porque las limitaciones sociales entre los adultos no nos lo permiten normalmente. Sin embargo, una vez alcanzado ese elevado nivel de progreso por un individuo, hay en él una gran tendencia a comportarse como un bebé, y esa tendencia se concreta de hecho en muchos aspectos y hasta el grado hasta el que la muy limitante sociedad dentro de la cual ese individuo se halla se lo permite.

El camino intermedio, ese camino por el que todo ser humano debe pasar, desde la temprana infancia hasta esa forma de adultez, equilibrada, que en la actualidad pocos humanos logran en toda su vida, pero que después, una vez alcanzado un mayor progreso por la Humanidad, será la forma más común, no es por supuesto en vano, sino que es una forma de concientizarnos de lo que cada cual necesita tener en la vida; es una especie de paseo, de recorrido por etapas que nos permiten darnos cuenta, volvernos conscientes, de por qué necesitamos ser como bebés, tan libres como ellos, y a la vez tan responsables como para permitirnos al fin el lujo de ser tan vulnerables dentro de esa enorme libertad y no padecer por ello, sino, incluso, ser así más fuertes que nunca antes, y disfrutar de la mayor felicidad posible: la felicidad progresiva consciente, que constituye un logro que, por ello mismo, por ser un logro, que nos ha costado, nos permite valorar mucho más la vida y todo lo que en ella se disfruta, y es mucho mayor que en un bebé propiamente dicho, en que la felicidad no es más que una ocurrencia, que además no se contrasta con un pasado de desequilibrio, y por lo tanto no hay consciencia del valor de ese equilibrio logrado antes dicho; y es muchísimo mayor que en un adulto en desequilibrio, donde no se está consciente más que de que gran parte de lo que ocurre en la existencia no tiene sentido y es desagradable.

Cuando tú, que eres mujer, y por ello te es actualmente mucho más fácil que a un hombre tener sexo, sientas deseo de tenerlo, no te detengas en absoluto por nada que no sea alguna de las limitaciones de los tipos antes mencionados. De hecho esas limitaciones son bastante fáciles de resolver en la gran mayoría de los casos en que se requieren, de tal modo que en no muchos casos tengas la necesidad de masturbarte, aun cuando no vivas con otra persona con la que puedas coger o que te mamen la panocha. Tenlo entonces, una vez consideradas las antedichas limitaciones, con solo llamar al instante, por cualquier medio, a cualquier persona que se te antoje y consideres que puede aceptar, y coge y mama verga(s), y si quieres también panocha(s), sin ninguna otra limitación, porque en realidad no hay nada, absolutamente nada, verdaderamente válido contra ello.

Si te ve alguien como una puta por ello, no hay ningún motivo para preocuparte por ello; es mucho mejor vivir como una puta satisfecha sexualmente, que como una casta, o pretendidamente casta, amargada. Comportarte como una puta y recibir de otras personas calificativos como ese, de hecho va a ayudarte a conseguir más fácilmente hombres con los cuales tener sexo cada vez que lo desees, de tal modo que dispongas de ellos de sobra para escoger cada vez que quieras hacerlo.

Si otra persona habla de ti como de una puta, sea cual sea su intención, buena, mala o neutra, te estará, de cualquier modo, ayudando a obtener una fama de mujer que coge fácilmente con cuanto hombre le apetece, lo cual va a ayudarte a conseguir precisamente eso con la máxima facilidad.

Sin embargo, tu ventaja, con respecto al molde del que de una forma maliciosa otras mujeres querrán maldecir que eres, será precisamente que los hechos demostrarán que no eres una simple puta, sino mucho más que eso, una mujer completa: una mujer tan libre que a la vez ama de un modo mucho más completo que la mayoría de las demás, y que por ello atrae a muchos hombres o a unos pocos o uno solo de los más valiosos entre todos, porque ofreces lo que muy pocas mujeres son capaces de ofrecer.

Una mujer que ha alcanzado este grado tan elevado de libertad, en el que no coge por sólo coger, sino cada vez le apetece hacerlo y con cualquiera que le gusta, y que además al mismo tiempo ama sin limitaciones a cada hombre que le inspira amor, sin detenerse en modo alguno en la expresión y demostración de ese amor, de un modo combinado con la antedicha libertad en lo sexual, es excepcionalmente atractiva, sobre todo para los hombres que han alcanzado los más altos grados de progreso, en los principales aspectos de la vida.

Que otros hombres se encuentren todavía tan atrasados como para rechazar a una mujer así, y que hasta lo demuestren, no es más que una prueba de que tú estás por encima de ellos, y esa expresión equivocada ha de servirte en cada paso hacia el progreso como un muy útil filtro para detectar a quienes no deben pasar a formar parte de quienes con una mujer tan libre y progresista se relacionen.

Es mejor detectar a este tipo de hombre desde temprano, y, si se ve en él probabilidades, verdaderas probabilidades (no fingidas) de progreso, las cuales no han de buscarse en lo que él diga en cuanto a sí mismo, sino en su manera de comportarse, tratar de inducirlo a adoptar una forma de conducta más libre que la que presente; y, si esto no es posible, desecharlo como prospecto y buscar a otro que ya se encuentre libre de semejantes limitaciones, o se vea más cerca o inclinado a lograr tal progreso.

Uno de los más serios problemas con que las mujeres más se auto limitan en sus relaciones con el sexo opuesto, es su temor a ser consideradas putas, cuando en realidad eso no debería ser visto ya como una forma de denigración, sino incluso como un halago, y el cambio generalizado a esta manera de que las cosas se vean, tanto por mujeres como por hombres, inicia en el cambio que cada persona, cada mujer y cada hombre realice al respecto, sin esperar a que otros los hagan también, sino empezando cada cual consigo misma/o, independientemente de los demás.

Considera esas primeras criticas de que eres puta, que siempre en un caso como esté tendrán que ocurrir por parte de mujeres de mucho menor valor que no se atreven a lograr este cambio en ellas, como halagos, aunque sean inintencionados en ese sentido, como halagos tan auténticos como los más intencionados, porque su autenticidad como tales no depende de esa intención, sino de lo que realmente significan: que estás tomando la iniciativa en algo que te pone muy por delante de esas otras mujeres, que no conocen, o no están a la altura de alcanzar, está forma de vivir más elevada.

Como forma de reducir al mismo tiempo las dificultades que ese cambio pueda generarte, atrae a otras personas, mujeres y hombres, a leer estos escritos, de tal modo que contribuyas a la comprensión hacia estas formas de mayor progreso.

De la misma forma en que en el sexo es conveniente que elimines por completo todas las limitaciones que están fuera de los tipos de ellas más arriba mencionados, de tal modo que tengas sexo casi cada vez que quieras y con casi cuantos hombres y/o mujeres quieras, casi donde se te antoje, y casi como se te antoje, es preciso, por supuesto, que lo hagas en cuanto al amor, de tal modo que no te limites en esto tampoco, casi en absoluto.

Habrá algunos casos, o tal vez muchos, de hombres que te gusten nada más para coger, y en tal(es) caso(s) coge con él o ellos. Pero trata de coger preferentemente con hombres a los que al mismo tiempo que desees ames o pienses que puedes llegar a amar, por cualquier motivo. Habrá muchos hombres que te gusten para solo coger y quererlos, sin llegar a tener una relación formal con ninguno de ellos, como de noviazgo y matrimonio, y en tal caso, por supuesto, coge con ellos, con todos ellos, tomando en consideración las responsables limitaciones antes mencionadas.

Y a lo que voy aquí es a que en todos estos casos, cuando menos por el solo placer que estos hombres sexualmente te proporcionen, tendrás un motivo muy válido para amarlos, y no te detengas en ello, ámalos, y sobre todo por supuesto demuéstrales ese amor, sin ninguna limitación. Al no tratarlos como simples objetos sexuales, tú tampoco serás tratada de esa manera, por lo general; y si ese el caso con algún hombre o mujer, pero deseas conservar tu relación sexual con él o ella meramente por el buen sexo que tienes con esa persona, o por cualquier otro motivo, entonces sigue cogiendo con esa persona.

En otras palabras, te recomiendo que trates de coger siempre que lo desees, siempre que te calientes, y que siempre que cojas lo hagas preferentemente con amor; lo que, por supuesto, no es precisamente que siempre cojas o tengas sexo con un amor como el que sentirías por un hombre del que estés perdidamente enamorada, o que para ti sea el amor de tu vida; pero sí es posible que sientas amor, totalmente sincero (con variados grados de intensidad según cada cual con que cojas) por un hombre que por algunos o algún motivo te guste o que te guste solamente por el placer sexual que te produce.

No basta con decir que cada cual debe coger cada vez que sienta ganas de coger, porque hay personas tan limitadas en este aspecto, que muchas veces ni siquiera pueden llegar a sentir ganas de tener sexo, porque está este tema en ellas tan censurado que, ya sin estar siquiera conscientes de ello, lo rechazan en relación con determinadas personas (por ser parientes, por ejemplo, o por ser mucho mayor o menor en edad que ella o él, o por ser casado/a, etc.), o con determinado número de personas (a un tiempo o por turnos), o de determinadas formas (como en el sexo anal, por ejemplo), o en determinados lugares o circunstancias (como, por ejemplo, en una fiesta, ante otras personas). La mayoría de los seres humanos, ni siquiera se permiten tener determinados deseos sexuales por causa de autocensuras provenientes de censuras que otros antes les han impuesto, o que ellos mismos se han impuesto.

Por ello, una forma de comenzar esta liberación equilibrante, es la supresión completa de la autocensura, que te permita el surgimiento con la máxima libertad de una amplia variedad de deseos sexuales de entre los muchos que son posibles, sin que alguno implique daño hacia ti misma/o o hacia otra(s) persona(s), ni coerción de ningún tipo.

Una vez logrado esto, hay que pasar a realizar cada uno de esos deseos, sin más limitaciones que las que las más arriba antedichas puedan llegar a ser requeridas, que no son gran limitación en la gran mayoría de los casos.

Primero, hay que darse uno/a a sí mismo/a libertad casi completamente ilimitada para el surgimiento de los deseos, y luego hay que darse a sí mismo/a la libertad igualmente elevada para la realización de esos deseos.

A fin de realizar ese primer paso, infórmate al respecto más, con imágenes y texto; aprovecha la gran cantidad de información que el Internet ofrece fácilmente. Y cuando te hablo de necesidad de "información" no me refiero aquí a que busques sitios sobre educación sexual, la cual es también importante, y por ello al respecto un poco más abajo te hablaré también. A lo que me refiero, por supuesto, es a que te informes mucho más en cuanto a la gran variedad de posibilidades sexuales que existen, y que se muestran en Internet, en múltiples (millones) de sitios pornos. Empápate de ello, literalmente.

Explora la más amplia gama de pornografía que puedas, diariamente si te es posible, observándola como algo por completo natural, siempre que no implique daño físico por alguien a sí mismo o a otro, o pedofilia, o coerción de algún tipo. Observa las mamadas de verga(s), por ejemplo, muchas de ellas, e imagínate a ti misma realizándolas con cualquier hombre u hombres que te guste(n), tal como se muestra en los videos y en las fotos de esos sitios, con la misma naturalidad con la que te comerías un plátano o cualquier otra fruta o vegetal alargado, como un pepino o una zanahoria. No hay en realidad ninguna diferencia entre la inocuidad de meterte a la boca un plátano y meterte en la boca una verga, cualquier verga, que puede ser la de un amigo tuyo, la de un conocido, o la de un amigo de un amigo o conocido tuyo, siempre que, por supuesto, hayas tomado las debidas precauciones contra el riesgo de contagio de enfermedades venéreas, con el uso apropiado de condones.

La comparación entre los vegetales y la verga es solamente, desde luego, para ilustrar el hecho de que el meterte cualquier verga en la boca es tan incouo (con las antedichas precauciones) y sencillo como el meterte esos vegetales, aunque, por supuesto, te será mucho más placentero el meterte una verga que un vegetal. Va a gustarte mucho más su sabor y desde luego el acto mismo, el acto de meterte en esa parte tan íntima tuya esa parte tan íntima de un hombre, por la que tú comes y por la que él orina.

Una de las formas en que puedes sacar el mejor partido de las relaciones sexuales, es decir, de obtener el mayor placer, es aprovechar las posibilidades que para ello te ofrece el sadomasoquismo humano, que es completamente natural en las mujeres principalmente en la forma masoquista, y en los hombres sobre todo en la forma sádica. Por ello, en el caso específico del mamar verga(s), procura hacerlo agachándote hacia ella, hacia la verga, si estás sentada junto al hombre, o si estás arrodillada frente a él y él está sentado frente a ti. Por ello mismo, por la forma relativamente sumisa de la mujer en esta postura de rodillas muchas mujeres y muchos hombres la encuentran más excitante que otras formas de realizarla (algunas mujeres pueden encontrar esta postura de rodillas como un tanto humillante, y por ello precisamente les gusta mucho más, aunque otras, que no tienen idea de lo que es el sexo, el buen sexo, el sexo por completo sano y muy excitante a la vez, la rechazan por ello).

Cuando chupes verga, trata de metértela toda, completamente, en la boca, por grande que sea, hasta tocar sus huevos con tu barbilla y su pubis con tu nariz, no sólo porque de este modo va a gustarte más a ti, sino también porque esto es algo que a los hombres nos fascina. Hay como entre 30 y 50 ó más tips que podría darte a este respecto, para mamar verga(s) de las formas más excitantes, de las formas en que a los hombres más nos excita, y que podrían excitarte a ti también más, y quizá después escriba y publique una guía para ello. Como me fascina que me la chupen, he observado durante años muchos de los detalles que más me excitan cuando las mujeres me la maman, y que sin duda excitan a muchos otros hombres también, y he aprendido bastante al respecto. Por ahora sólo voy a mencionarte que otra de las cosas que resulta en extremo excitante, para muchos hombres seguramente (en atención a ello en muchos videos pornos las mujeres lo realizan), cuando una mujer nos mama la verga, es que la mujer lo mire a uno a los ojos mientras nos la chupa; así que trata de hacer esto siempre que estés mamando una verga, cuando menos por ratos, por buena cantidad del tiempo que la estés chupando.

Cuando explores estos sitios, deja que los deseos y fantasías sexuales que te vengan a la mente afloren con la máxima libertad; e incluso de un modo deliberado esmérate en crear fantasías al respecto, extendiendo cada vez más el grado de la libertad de tus acciones sexuales en ellas.

Tomando en cuenta las limitaciones en el tiempo que todos tenemos, trata de provecharlo del mejor modo posible, de las formas más productivas, y por ello procura tener sólo fantasías en que te imagines teniendo sexo con alguien o con personas con las que consideras que muy probablemente vas a tenerlo de hecho en un futuro próximo, porque, por ejemplo, vas a proponérselo, o a aceptar su proposición. De este modo, estarás mucho más preparada en cuanto a lo que hacer cuando llegue el momento de hacerlo, que deberá ser preferentemente en cuanto a ti y al otro u otros les sea posible.

Una recomendación al respecto, es que invites a varios amigos, o a al menos uno, a ver videos pornos, XXX, contigo, y luego coger con ellos. Si no hay en tu vivienda un lugar apropiado para ello, entonces invítalos a proponerte algún otro lugar, como el departamento de alguno(s) de ellos o el cuarto de un hotel.

Una recomendación que es también importante es que trates de seleccionar bien a los hombres (y/o mujeres, en su caso) con que cojas; que con base en tus experiencias y observaciones de muchos de ellos aprendas a distinguir cada vez mejor entre los confiables y los que no lo son; en muchos de los casos, con sólo platicar un poco con ellos, tomando en cuenta que en muchas ocasiones se te presentará la oportunidad de coger con personas que poco conoces, o con desconocidos que son amigos de amigos tuyos. En estos casos, será útil que tomes en cuenta de qué amigo(s) tuyo(s) esos otros son amigos, qué opinión sobre ellos tienen tus amigos y, por supuesto, lo que tú puedas llegar a saber o cuando menos intuir al respecto luego de al menos mirarlo, si no puedes platicar por lo menos un rato con él o con ellos.


DIFUMINA LOS LÍMITES ENTRE TODOS LOS CONTRARIOS QUE SON CONVENIENTES Y COMPLEMENTARIOS

Última modificación: Domingo 30 de abril de 2017, 4:30 pm

Uno de los rasgos más típicos, más distintivos del atraso en el camino hacia el progreso, es el establecimiento de límites bien definidos entre los contrarios en los pares en que uno y otro contrario es conveniente, y el establecer una separación tajante, basada en esos límites bien definidos, entre ese tipo de contrarios.

Por el contrario, en los niveles más altos en el progreso lo normal es encontrar límites imprecisos, difuminados, entre los contrarios de este tipo de pares, en que ambos contrarios nos son convenientes.

En consonancia con todo lo que ocurre en todos los aspectos de la vida cuando se ha alcanzado un grado elevado de progreso, difumina los límites entre todos los contrarios que son íntegramente (los dos) convenientes y complementarios; como, por ejemplo, en pares como amor - sexo, feminidad - masculinidad, diversión - trabajo. No en los caos de pares de contrarios como deshonestidad - honestidad, maldad - bondad, porque en cada uno de estos pares de contrarios uno de ellos no es conveniente (la deshonestidad y la maldad, respectivamente).


DIFUMINA LOS LÍMITES ENTRE EL AMOR Y EL SEXO SIEMPRE

Última modificación: Miércoles 07 de junio de 2017, 5:00 am
(Adición de una imagen)

En determinados casos particulares, no podrás difuminar los límites entre el amor y el sexo, porque esto en muchos casos no va a depender de ti exclusivamente, especialmente en el caso de que seas hombre. Sin embargo, trata de que siempre que suceda un separación tajante y finamente definida entre el amor y el sexo, no sea porque tú la hayas decidido de esa manera, sino solamente porque no te fue posible decidirla con los límites difuminados. Difumina los límites entre el amor y el sexo en tu mente siempre, y en la práctica siempre que esté en tus manos hacerlo al relacionarte con otras personas.

Uno de los más frecuentes errores que actualmente la gran mayoría de las personas normalmente comete en sus relaciones sexuales con personas del sexo opuesto, o de su mismo sexo cuando es el caso, es establecer una división demasiado tajante entre el amor y el sexo, no mezclando (excepto al conversar) una cosa con la otra en casi ninguna de sus relaciones que no son de pareja. Es por ello que para casi todas las personas la diferencia entre un amigo y un novio es muy clara, muy nítida, cuando en realidad lo más sensato, mucho más sensato y mucho más sano socialmente, es que esa diferencia sea en la mayoría de las relaciones amistosas y algunas otras difícil o imposible de establecer. ¿Por qué, pregúntate, por qué realmente excluyes del sexo a tus amistades? Las respuesta es obvia y rápida de notar: porque mi novio/a se pondría celoso/a de no ser así.

Se ha alcanzado un grado de libertad mucho más elevado, sano y adecuado a una mucho mayor felicidad y placer progresistas, cuando para uno es completamente normal en relación con casi cualquier amigo del sexo opuesto besarse en la boca al saludarse y al despedirse, y el tocarse unos a otros las nalgas, las piernas, el pecho, la verga y la panocha, o darse un "agasajo" como cualquier actual pareja de novios, pero no siendo más que amigos en este caso. Y cuando una mujer acostumbra al encontrarse con casi cualquier amigo en una reunión social ir con él a otra habitación de ese lugar y coger con él o darle una mamada; si la reunión es una fiesta de invitados suficientemente libres, entonces, como algo de lo más normal, le da la mamada allí mismo, en la sala, en que están todos los demás, del mismo modo en que en la actual normal generalidad una pareja de novios se besa en la boca en la sala de una casa en que hay una fiesta.

Mamar la verga a cualquiera de tus amigos o conocidos, o incluso a un extraño, en una sala en que hay muchas otras personas, suele ser visto en la actualidad por la mayoría de las personas como algo que podría causar "vergüenza", inhibición o incomodidad por estarlo haciendo en la presencia y ante las miradas de muchas otras personas. Sin embargo, en todos los casos en que esto puede ocurrir, puede ocurrir también exactamente lo contrario dependiendo de la actitud que una/o asuma al respecto, como actor de la mamada en este caso; en este caso, por ejemplo, precisamente esa circunstancia de estar ante muchas otras personas puede ser un motivo de excitación mucho más alta que en el caso de hacerlo en privado. Cualquiera puede llegar, si se lo propone, y esto es muy fácil de conseguir, a adoptar una actitud exhibicionista que le permita disfrutar mucho más sexualmente en circunstancias como esa que en circunstancias de falta de público. En la primera de estas circunstancias, la persona disfrutará mucho más incluso si mama la verga o vergas con las luces encendidas, para que puedan verla mejor, que si la realiza con las luces apagadas, y preferirá, por lo tanto, que sea de este modo, y no en la oscuridad o en la penumbra.

Ese es precisamente uno de los motivos principales por los que muchas personas, especialmente en los casos de mujeres, trabajan como actrices pornos, modelos de desnudo o haciendo striptease o table dance en centros nocturnos; lo cual, por supuesto, no tiene nada de malo, y de hecho puede ser muy placentero y lucrativo, mientras, por supuesto, se adopten las medidas pertinentes a la protección contra la transmisión de enfermedades venéreas, y los embarazos no deseados, en el caso de las actrices pornográficas.

Otros ejemplos similares: cuando, por ejemplo, una mujer a quien le gusta un hombre que acaba de ver por primera vez en cualquier lugar público, hace a éste una seña invitándolo a tener sexo con ella, simplemente porque en ese momento se le ha antojado tenerlo con él: recibir una mamada de panocha, coger o/y mamarle la verga.

Así, cada vez que te apetezca hacerlo, toma el teléfono o la computadora e invita a un amigo o amigos a jugar un rato con tus tetas (la mayoría de ellos seguramente aceptará inmediatamente, aun cuando tus tetas sean tan pequeñas como dos ronchitas) y a jugar tú con su(s) verga(s). Si al visitar a un amigo o amigos te encuentras con que allí hay amigos de él o de ellos que tú aún no conoces, chúpaselas a ellos también; compórtate amistosamente con todos ellos, y ese comportamiento amistoso deberá incluir, por supuesto, tanto sexo, si te apetece y cada vez que te apetezca y haya tiempo para ello, como el que normalmente tengas con cualquier otro hombre con que tengas una relación formal.

Si tienes algún motivo para no meterte en la panocha, la boca y el culo una verga de un amigo, o conocido, o incluso de un extraño,* basada en alguna "razón" que no está entre las que más arriba he enlistado, entonces te hace falta mucha libertad, y las restricciones que tienes son irracionales, y opuestas a tu progreso y felicidad progresista. En una óptima conducta, tu deseo, que debe surgir sin ningún tipo de restricción, de meterte una verga de un amigo, un conocido o un extraño por la panocha, la boca o el culo debe ser cumplido exactamente con la misma expedición y naturalidad que cuando tomas de tu mesa un plátano y te lo metes en la boca para comértelo; o sea sin más demora y con la misma naturalidad exactamente que cuando te comes cualquier fruta, en casi cualquier situación.

* En adición, por supuesto -y no en lugar de ello- a meterte la(s) verga(s) de tu(s) pareja(s), esposo(s), novio(s), amante(s), simultáneamente o por turnos, cuando lo(s) tienes.

Una restricción puede ser simplemente que cuando te encuentres ante un extraño que va acompañado de una mujer que tú no conoces y cuya más probable reacción a ello ignoras, necesitas tantear primero la disposición en ella; y en este caso hazlo, preferentemente, con la esperanza no solo de coger con él, sino de coger también de una vez con ella, si a ella le apatece hacerlo también contigo, o tener cualquier otra forma de sexo sano, como el oral por ejemplo, al que normalmente también, de un modo implícito, me refiero cuando sólo menciono el coger, que incluye un coger por la boca.

Una absurda, ya caduca, prohibición social actual es la de enamorarse de un amigo o amiga (además de tener sexo con éste o ésta) cuando se tiene ya con otra persona un noviazgo o matrimonio, u otra forma de relación de pareja. Este enamoramiento, como la relación sexual, y especialmente si se dan simultáneamente, no tienen nada de malo con otras personas además de la pareja, por supuesto, y contribuyen de hecho poderosamente a incrementar la atracción y la unión entre los miembros de la pareja, cuando se ha adoptado al respecto una actitud en la que las relaciones extramaritales no solo no son causa de celos ni son dolorosas ni molestas en modo alguno, y ni siquiera se ven con indiferencia, sino que son fuentes de excitación sexual elevada. En esta actitud abierta, el otro miembro de la pareja no sólo estará deseoso, en lugar de celoso, de que su pareja tenga sexo con otra u otras personas, sino que estaré aún más deseoso de que lo tenga en su presencia, de tal modo que no simplemente lo sepa o se lo imagine, sino que incluso lo pueda ver, de preferencia con las luces encendidas.

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Definición de "stag" en el Urban Dictionary:

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stag
The male half of a relationship who allows and finds sexual gratification in allowing and even encouraging his female partner to have sex with other men. Not to be confused with the CUCKOLD relationship where the male is typically weak and into humiliation. Stags are dominant but want to share their women.
I met a STAG at the bar who invited me to his home when he noticed his wife checking me out and flirting with me."


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La contraparte complementaria del hombre que siente placer cuando otro u otros se cogen a su esposa o novia, por supuesto existe también: es el hombre que siente placer especialmente elevado al cogerse a mujeres casadas o con novio. Y en estos casos, por supuesto, desde antes del acto el deseo de coger con este tipo de mujeres es más alto que el deseo de coger con mujeres solteras.

Como suele suceder en esta sociedad en que aún existe un desequilibrio entre los derechos consuetudinarios del hombre y de la mujer, esto es más común en los hombres que en las mujeres; si bien las mujeres, así mismo, pueden y deben llegar a adoptar una actitud en la que sientan el deseo de ver a su pareja cogiendo con otras mujeres.

Hay también la prohibición, por demás absurda y también nociva, de enamorarse y tener sexo con una persona con la que no se tiene un noviazgo ni matrimonio ni ninguna otra forma de relación de pareja, aun cuando no se tenga una relación de pareja con ninguna otra persona. Esto suena un poco raro, porque no parece haber entonces diferencia entre un noviazgo y esa forma de relación. Sin embargo, puede haber relaciones en que hay sexo y enamoramiento pero no hay noviazgo porque los miembros de esta especie como de pareja no han acordado considerarse a sí mismos como novios y por implicar esta relación, además, una mucho menor constancia y formalidad que las que normalmente hay en una relación de las que tradicionalmente se consideran como de noviazgo.

Esta forma de prohibición, tiene aún efectos muy nocivos entre múltiples individuos en las sociedades actuales, poniendo trabas a las relaciones entre muchas personas y llegando así a frustrar el inicio de muchas de ellas y a finalizar muchas otras de ellas, antes de que esas relaciones relativamente informales tengan oportunidad de llegar a algo más unido y más sólido, más sólidamente unido (para no usar la palabra más "formal", que es menos significativa).

Cuando los límites entre el amor y el sexo en las relaciones interpersonales están tan difuminados, tan borrosos, tan imprecisos como acabo de ejemplificar como muestras de como mejor deben estar en mayor beneficio de los individuos y la sociedad, o sea en beneficio psicosocial, muchas cosas se facilitan en las relaciones interpersonales, y de ese facilitamiento se derivan grandes beneficios para mucha gente. La razón es muy sencilla. Ocurre lo que ocurre en todos los casos análogos. Estoy hablando de límites, fronteras, pasos, caminos que es preciso atravesar en muchos casos y que son abruptos o cortantes, como el canal de Panamá, que habría que cruzar nadando o de un salto enorme (de no haber puentes para ello), mientras que deberían ser suaves y borrosos, difuminados como lo es dicho mismo canal en sus partes que enlazan sus lados por puentes, que nos permiten pasar caminando tranquilamente de un lado a otro.

El contraste entre esa forma caduca y dificultosa en que actualmente ocurren las cosas socialmente, y la forma suave que propugno de hacer esas mismas cosas, de relacionarnos socialmente, es análogo también al contraste entre, respectivamente, una imagen en que los colores son sólidos y una imagen en que los colores son degradados. Esta comparación es excelente porque si al hablar de estas dos formas de colores podemos hablar de imágenes, al hablar de dichas dos formas de relacionarnos socialmente podemos hablar de escenas, de las dos escenas de la ocurrencia de esas formas de relación social y la comparación de imágenes con escenas, por ser ambas cosas gráficas, es muy fácil y más clara de entender:


La imagen con colores sólidos es mucho más sencilla, mucho más simple, que la imagen de colores degradados, que es mucho más compleja, Ejemplo del uso de los simples colores sólidos, es el caso de las imágenes de escenas en la mayoría de las revistas de historietas en dibujos y muchas de las imágenes en pinturas de estilo cubista; y ejemplos del complejo uso de colores degradados son las imágenes de escenas en películas con personajes hechos con actores humanos (así como muchas de las más relativamente recientes hechas en dibujos animados) y las imágenes de escenas en cuadros de estilo realista.

En resumen, aparte de las mencionadas simplicidad y complejidad, hay otras destacables diferencias (similares entre sí pero no iguales) entre los colores sólidos y los degradados:

1. Los degradaos lucen, son de hecho, más realistas que los sólidos. Así que podemos decir que los colores sólidos son más propios de la fantasía, de la ficción, que es el ámbito en que más se aplican, mientras que los colores degradados son más propios de la realidad, a la cual constatamos que esencialmente pertenecen.

2. En la naturaleza casi no existen colores sólidos, sino principalmente en creaciones humanas; casi todos los colores naturales son degradados. Así que podemos decir que una característica esencial de los colores degradados es su naturalidad, y que uno de los rasgos esenciales de los colores sólidos es su artificialidad.

3. La simplicidad de los colores sólidos sugiere la idea de algo perfecto, que en la realidad en rigor no existe, como no existe lo elemental, o sea lo compuesto por un solo elemento, lo no complejo; implicando así una forma de idealidad, de abstracción como la que encontramos en las matemáticas; mientras que la complejidad de los colores degradados implica conglomeración de partes como en el caso de lo concreto. Así que podemos decir que los colores sólidos implican abstracción, mientras que los colores degradados implican concreción.

4. La simplicidad de los colores sólidos, así como evidentemente los colores sólidos directamente, sugiere pureza, que también implica una idealidad de perfección, que en la realidad no existe, sino sólo en lo ideal, en la fantasía. Así que podemos decir que los colores sólidos implican la idea de pureza, mientras que los colores degradados implican impureza.

5. La ideal simplicidad de los colores sólidos, implica una idea de absolutez, puesto que no implicando más que una cosa, un solo tono, un solo color, no se guarda en ello relación con nada, lo cual en la realidad es imposible, pero existe en el mundo de lo ideal, de lo ficticio. Así mismo, la complejidad de los colores degradados implica relatividad, en que muchos tonos y colores se relacionan unos con otros, y cuyo sentido, cuya presencia como tales, como degradados, radica precisamente en esa relación, en esa relatividad. Así que podemos decir que los colores sólidos implican absolutez, mientras que los colores degradados implican relatividad.

6. Si hablamos de simplicidad y de pureza en cuanto a los colores sólidos, entonces estamos hablando así mismo de complejidad y de impureza en cuanto a los colores degradados, como antes dije, y ello implica que estamos hablando así mismo de homogeneidad y desequilibrio (puesto que no hay más que un tono) en los colores sólidos, y de heterogeneidad y equilibrio en los colores degradados.

7. La simplicidad y todos los demás contrarios abajo enlistados en la columna izquierda, implican una antelación y un grado de progreso menor que la complejidad y todos los contrarios de la columna derecha, que implican posterioridad y mayor progreso.

                       Pasado - Presente

                        Atraso - Progreso

                Simplicidad - Complejidad

           Colores sólidos - Colores degradados

     Fantasía (Idealidad) - Realidad

                  Perfección - Imperfección

                     Falsedad - Verdad

               Artificialidad - Naturalidad

                Abstracción - Concreción

                       Pureza - Impureza

                  Absolutez - Relatividad

          Homogeneidad - Heterogeneidad

             Desequilibrio - Equilibrio

         Revolucionismo - Reformismo, Gradualismo

               Brusquedad - Suavidad

Más adelante, en este post, volveré con conclusiones en cuanto al análisis de pares de contrarios que acabo de realizar. Ahora continuaré con otras partes análogas de análisis.

En todos los procesos pueden ocurrir diferencias análogas a las mostradas entre estos pares de contrarios, y de hecho ocurren en la realidad. Por ejemplo, por mencionar primero un caso extremo y poco usual, al comer podemos hacerlo ingiriendo primero un pedazo de papa y tomando luego un trago de una salsa, o ingiriendo primero un pedazo de hot cake y tomando luego un trago de miel, separadamente, en vez de combinada, mezcladamente, o sea alternadamente en vez de simultáneamente, como si estuviéramos juntando o yuxtaponiendo, sin mucha mezcla entre sí, dos distintos colores sólidos. Habiendo al mismo tiempo, por supuesto, la opción de ingerir esos alimentos de manera simultánea, respectivamente, o sea un pedazo de papa con salsa, en el primer caso, y un pedazo de hot cake con miel en el segundo caso. La salsa puede penetrar la papa y asì mezclarse con ella, de igual manera que la miel penetra el hot cake. Dentro de cada uno de estos dos pares de contrarios hay una mezcla de alimentos, que es análoga al degradado entre dos colores.

La primera forma de alimentarse, con dichos alimentos separados, ocurre cuando se tienen limitaciones como el no tener ambos alimentos a un tiempo o para mezclarlos entre sí. Al comparar ambos casos, la forma separada y la combinada de alimentarse, vemos que hay varias significativas diferencias: es evidente que la segunda de estas formas es resultado de una mayor libertad o capacidad de acción, una mayor elaboración culinaria (más compleja, menos simple) y una forma más agradable y a la vez más nutritiva, más completa nutricionalmente, si entre la ingestión del primer y el segundo alimento media un tiempo demasiado largo en el primero de los casos.

También, es notorio que el primer caso implica una forma relativamente rudimentaria de alimentarse, mientras que el segundo implica un mayor progreso.


ACERCA DE LOS PECADOS Y LA FORMA DE SER PECADORA

Última modificación: Sábado 06 de mayo de 2017, 12:50 pm

Si antes la consigna fue "No te masturbes", ahora es también esa misma precisamente: "No te masturbes"; pero no ya con el tácito inducirte a la satisfacción de tus deseos mediante fantasías o sueños deformados por la censura mental, sino ahora con el explícito inducirte a que satisfagas, plenamente, tus deseos sexuales en la realidad, con cuidadoso respeto a las tan pocas válidas limitaciones que hay para ello, que no caigas ya casi nunca en la inconveniencia de masturbarte, y nunca ya cometas el error de conformarte con masturbarte cuando puedes hacer realidad tus deseos sexuales.

Si deseas seguir hablando de pecados y de pecar, seguir usando estas mismas palabras, entonces habremos de redefinirlas, del modo acorde con nuestro tiempo y nuestras actuales necesidades a nuestra máxima felicidad progresista; no siendo así ya un pecado, por ejemplo, la primera forma de masturbación, sino la segunda manera de masturbarte. En esta presente forma, los pecados no son ya una falta por la que Dios vaya a castigarte, sino un error por el tú mismo/a te castigas, apartándote de ese modo de lo que Dios recomienda para tu mayor beneficio, sin que el castigo sea consecuencia directa de ese apartarte de Dios, sino del actuar de manera incongruente con lo que en el tiempo actual requiere.

Lo que Dios quiere no es que hagas o no hagas algo solamente porque él/la te lo dice, y sin que entiendas las causas de ello, dogmáticamente, con ciega creencia, sino que lo hagas o no lo hagas porque lo entiendes, con razonada autoconvicción, como lo más conveniente a ti mismo/a, por ser lo congruente con las leyes del Universo, que Dios nos indica a manera de guía.

Aunque podrían identificarse lo que conocemos como las leyes del Universo y Dios, como siendo lo mismo indistinguiblemente, Dios prefiere autodefinírsenos actualmente como un simple guía, de forma tal que esta manera de conceptuarlo refuerce ahora nuestra independencia del ciego creer típico de un niño, e impulse y robustezca nuestro raciocinio directamente aplicado a las cosas, a nuestros problemas, al modo típico de los seres ya más crecidos que somos ahora.

Si vives al máximo acorde con Dios, vives al máximo acorde con el Universo, con las leyes universales, y así tu vida es mucho más plena en la satisfacción de tus necesidades, dentro del progreso a la misma vez.

Nótese entonces que el decir que es preciso vivir al máximo acorde con Dios, es un puente, un camino de transición, hacia el decir que es preciso vivir al máximo acorde con las leyes del universo, que debemos descubrir por nosotros mismos, mediante la guía de Dios.

Y puesto que Dios, como nuestro guía, está antes del conocimiento de las leyes del Universo, el conocimiento de Dios es el más fundamental de que disponemos.

Dios es lo único en que debemos creer con absoluta convicción, especialmente en su sugerencia de que en nada creamos de un modo ciego, ni siquiera en cuanto a él/la mismo/a, porque así, cuanto más llegamos a dudar de Dios y cuanto más actuamos contra sus designios, más fuertemente creemos en la certitud, en la bondad y la eficacia de lo que nos dice, y más convencidos y más cercanos a él/la regresamos.

Así, cuanto más dudemos de Dios, más creeremos en él. Aunque para dudar de lo que él/la nos dice, hay que conocer antes lo que nos dice.

Este mismo camino que Dios nos señala implica un equilibrio y una fusión, una fusión equilibrada, entre nuestro teísmo y la ciencia, eliminando así las barreras entre estas formas de aproximarnos a la verdad, de tal manera que los resultados sean mucho más eficaces, como en todos los casos en que los contrarios integralmente convenientes se equilibran y fusionan, con los límites difuminados entre uno y el otro.

Dios prefiere no usar ya palabras como "pecado" y "pecaminoso", sino "error" o "inconveniencia" y "equivocado" o "inconveniente", de manera respectiva, con la aclaración, antes mencionada, de que si ha de continuarse usando el término "pecado", ha de aplicarse de tal manera que gran parte de las acciones, especialmente en lo sexual, que hasta ahora se han venido considerando pecaminosas sean ahora consideradas también como tales, precisamente, cuando NO las llevamos a cabo; sin que, sin embargo, en este caso haya una mera compunción por sentir una culpa que nos lleve a rogar perdón a Dios, sino, en cambio, el sentimiento de desagrado por la conciencia de la responsabilidad que tenemos nosotros en ese error, que nos lleve enseguida a procurar la guía de Dios y a adecuarnos a ella en nuestras acciones, para retomar el camino al progreso y la felicidad.

Llega un momento en que como padres dejamos ya de regañar a nuestros niños muy pequeños cuando se salen de nuestra casa, arriesgándose así a perderse, a accidentarse y a ser robados, y comenzamos a llamar a nuestro niños ya más grandes la atención cuando, precisamente, no quieren todavía salir de casa suficientemente, a jugar con otros niños, conocer otros lugares y a la escuela, arriesgándose de ese modo a no continuar con su debido y conveniente desarrollo.

El ave, primero, hace lo posible por que sus polluelos no caigan del nido cuando todavía no podrían volar; pero, después, cuando su grado de crecimiento ya lo requiere, echa los pollos del nido para que aprendan a volar y hagan su vida, consiguiendo así que asciendan desde el punto de ser suyos hasta el grado de ser de sí mismos.

La apertura de las alas en las aves equivale exactamente a la apertura de las piernas femeninas entre los humanos: ambas nos amplían los horizontes en la vida hasta lo sublime; para, penetrando en las entrepiernas, elevarnos hasta lo divino.

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Esta putita divina me recuerda a alguien a quien tengo muchísimas ganas de besar completamente :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* ❤❤❤❤❤❤

Me comería a besos a esta angelita divina siempre y cuando sea a la vez tan caliente que me la chupe tanto como yo estoy dispuesto y muy deseoso de mamarle la panocha. ❤❤❤❤❤❤❤❤ :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-* :-*

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En los próximos días añadiré varios largos escritos al final de este mismo post. Para saber cuándo voy haciéndolo, simplemente ve la fecha de la última modificación que añado al inicio del post.

Es posible que haga también actualizaciones sin añadir algo al final actual de este post, sino en otras partes del mismo.

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Última modificación: Sábado 06 de mayo de 2017, 12:55 pm

Casi ninguna mujer sabe apreciar y reaccionar a las muestras del amor libre, verdaderamente libre, y hasta lo rechazan, por más que a la vez lo desean. Por esto es que tengo aún mucho más que decir al respecto, sobre amor y sexo y otros temas por analogía relacionados, durante una semana más, antes de intentar siquiera acercarme directamente a las mujeres que me gustan mucho entre las que están últimamente dando muestras de querer tal acercamiento. Intentarlo ahora desembocaría en un retroceso que retardaría las cosas mucho más que de este modo también lento. Antes es preciso conseguir un grado de apertura mucho mayor, el suficiente, para evitar esos contratiempos, y llegar plenamente a lo que queremos con la menor tardanza posible.


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