miércoles, 28 de septiembre de 2022

(3) Acoso sexual en la Casa Pastoral San Vicente de Paul

Nota preliminar: Este artículo es un borrador todavía, muy incompleto aún, que iré completando en los próximos días.

"Casa Pastoral San Vicente de Paul", dice el letrero de un lugar, en Guadalajara, Jalisco, en cuyo patio hay un comedor comunitario, para gente de escasos recursos; en el que se prepara y sirve desayuno, de lunes a sábado, a alrededor de 30 personas; pero donde además se cometen abusos con mucha frecuencia contra las personas en estado extremo de vulnerabilidad que allí acudimos.

Para la gente con alguna formación moral, o jurídica, está de más decir que aprovecharse de esta diferencia en posiciones, es un agravante que tomar en cuenta; aunque, obviamente, es necesario señalar este hecho, en vista de que al mismo tiempo hay gente para la que las ventajas y las desventajas no parecen tener importancia al cometerse abusos; y otras para quienes esas diferencias son, precisamente, fuente de sádica satisfacción.

El origen visible, y "doloso" (para usar un término jurídico), o  decididamente perverso, de prácticamente todos estos abusos, de los cuales voy a hablar casi exclusivamente en cuanto a los que he visto y padecido directamente, es el encargado y cocinero del lugar; cuyo nombre, según algunos indigentes me han comunicado tras preguntarles, es Sergio; y cuya edad, calculo, es de unos 62 años de edad, o más.

Sin embargo, hay ayudantes suyos allí mismo que lo protegen en sus abusos, y que, por lo tanto, son sus cómplices a la vez.

Artículo al respecto:
Amenazas en mi contra por denunciar acoso sexual contra una mujer indigente

---Continúo escribiendo aquí.

---Insertar la grabación del audio aquí.

00:04 Estando otra persona y yo adelante en una fila de unas 30 personas, esperando para entrar al comedor, Sergio, el cocinero, llama solamente a la otra persona, sin considerarme a mí ni a los demás, aunque sobreentendimos que era la llamada para todos, y entramos todos.

Dejo una de mis mochilas en la silla en que normalmente me siento, a cuyos lados hoy están sentados un muchacho y una muchacha. Enseguida voy al baño, regreso y me siento.

El muchacho antedicho, indigente (como casi todos los demás que allí desayunamos), tiene unos 40 años de edad, nació en Guadalajara, aunque vivió un largo tiempo en la ciudad de México, y en los últimos meses ha perdido la vista casi por completo, debido a un padecimiento curable, pero inatendido.

Y ella, indigente también, de unos 37 años de edad, es de origen cubano, y lleva algunos años en México. Antes de esta vez, ella y yo no habíamos platicado casi nada, nunca. La vez pasada que la vi, fue al pasar en la mañana por una banqueta en la que ella había dormido, y acababan de robarle su mochila, en que llevaba todas sus pertenencias.

A esta muchacha, he llegado a encontrármela de cerca muy pocas veces, y he platicado con ella muy poco, casi siempre unas palabras de saludo y despedida, exceptuando únicamente la conversación de la ocasión cuyo audio aquí muestro, en que causalmente coincidimos en esa mesa.

Nunca la he visto ebria o haciendo algún escándalo y siempre la había visto muy seria, antes de esta ocasión, en que platicó mucho, y hasta se rio varias veces.

Nunca la he visto vestir  atrevidamente. Aunque ni siquiera debería hacer esta aclaración, porque nunca debe depender de ello el si se acosa sexualmente o no a otra persona.

La mayoría de las veces que la he visto, en cualquier lugar, ha ido sola, y todas las veces que la he visto acompañada por alguien, ha sido por otro indigente, de cincuenta y tantos años de edad, muy noble y muy serio, al que jamás he visto ebrio en ninguna de las muchas veces que me lo he encontrado, y con el cual he platicado muchas veces, desde hace unos dos años, durante unas 5 horas en total.

03:37 Cuando regreso del baño a la mesa, el muchacho está platicando con la muchacha sobre una herida que le produjo una de las caídas que ha sufrido últimamente, por estar perdiendo la vista.

Luego platican sobre la muerte; su conveniencia y su resultado.

06:20 Pregunto a la muchacha "¿oye, tú eres, de Cuba?"

Luego de un rato platicando sobre diversas cosas, dice que está en México porque vino y se casó con un mexicano, al que conoció por Internet; que después se separaron y desde entonces vive en la calle.

Ese día el desayuno allí fueron frijoles y cueritos de cerdo con tomate y cebolla. Sin embargo, la muchacha inicialmente pidió que a ella no le sirvieran cueritos, pues nunca los había probado y le parecía que no le gustarían. El otro comensal y yo que estábamos más cerca, no obstante, la animamos a pedir y probar los cueritos.  

23:28 La mujer pide a uno de los ayudantes del cocinero que le sirvan cueritos también a ella, bromeando en cuanto a que no le sirvieron a ella por discriminación racial (aunque no es de piel morena).

24:36 Llega Sergio, el cocinero, a donde está la muchacha, a hablar con ella sobre los cueritos. Y se va.

25:51 Sergio regresa llevando un recipiente conteniendo aproximadamente un kilo de cueritos, como para aparentar gran generosidad, y nos pregunta, a ella y los otros dos que estamos platicando "¿quieren más, quieren más cueritos?"

Es de especial significado el hecho de que este señor jamás sirve comida a nadie allí, * con excepción del caso de esta muchacha. En que, de paso, nos ofreció también a dos de quienes estábamos cerca de ella, como para reducir, anticipadamente, el riesgo ** de indignación por su acoso sexual.

* Quien sirve el desayuno, es normalmente un ayudante; que puede ser una persona u otra, no indigentes por lo general; o incluso, a falta de alguna de ellas, alguno de los indigentes o personas de escasos recursos que allí, con distinta frecuencia, acudimos.

** En realidad, únicamente en cuanto a mí, que tengo fama, en este medio aquí, de inconformarme ante cualquier abuso y denunciarlo.

Y muchísimo menos se muestra, normalmente, tan —supuestamente— generoso con nosotros.

Lo cual constituye, obviamente, discriminación a todos los demás y, al mismo tiempo, favoritismo hacia ella; pero no en modo alguno como alguna práctica de positiva discriminación, tendiente a compensar la desventaja en la que las mujeres se hallan en la sociedad actual; sino, por el contrario, con el fin evidente de aprovecharse abusivamente de esa desventaja, aunada con la de su situación de calle y su condición de inmigrante, tratándose de una persona que al mismo tiempo pertenece a tres reconocidos grupos en estado de vulnerabilidad.

25:54 Sin preguntarme nada a mí, ni a ella, Sergio me dice: "Te voa (voy a) dar tantitos frijolitos de aquí de con la cubana. Tan (están) limpios, pues." Al tiempo que con una cuchara de cocina, toma todos los frijoles del plato de ella, de los cuales ya ella había comenzado a comer, y los pone en mi plato, sobre mi comida.

La muchacha dice: "Aaay, mis frijoles." 

Sergio llena el plato de ella con cueritos y le dice: "Nomás no te los acabes todos, eh."

Yo añado: "Para que se pueda comer los cueritos", como explicación de su injustificada autoritaria acción de pasarme a mí así los frijoles de ella.

Él se sentía seguro de que yo no protestaría de ninguna manera, por su acoso a ella ni mucho menos por ese otro, mucho menor, abuso; por tres pretendidas razones:

1. Iba a darme esta vez más cueritos a mí también. Y no soy más que un indigente, cuya dignidad, por lo tanto, se puede comprar muy barata, según su manera de vernos a quienes allí buscamos alimento, y se nos vende en el sentido físico, a un precio muy caro. Se nos embute de cueritos y se nos exprimen las últimas gotas que de nuestra así llamada espiritualidad nos pueda quedar todavía.

2. Por temporadas de algunas semanas, he ido con cierta frecuencia a ese comedor, hasta que me canso de sus abusos; lo que le demuestra mi necesidad. 

3. Pero sobre todo porque lo anterior le pareció ya suficientemente confirmado tan solo unos pocos días antes, cuando él cometió en mi contra un abuso, de tipo sexual también, mediante una broma muy vulgar delante de otros de los indigentes, para hacer alarde de su poder, al momento de pedirle un poco más de soya; a la vez que cometió otro abuso, no sexual, pero insultante a mi inteligencia y mi dignidad, que con detalle aquí también debo hacer público.


---Continúo escribiendo aquí.

En el minuto 34:33, regresa el cocinero hasta el lugar en el que estábamos, a continuar insistiéndole a la mujer.

Tomando en cuenta las diferencias de posición entre un prestador de un servicio con supuesta pretensión de mera caridad, y quien lo recibe desde una situación en triple estado de vulnerabilidad, ese tipo de proposiciones no debe hacerse nunca, ni por una vez, ni mucho menos reiteradamente, y mucho menos en reacción a repetidas claras negativas, explicitadas por la persona que está siendo objeto de tales abusos.

Si para este sujeto, y cualquier otro, no fueran realmente tales diferencias algo que propicia, abusivamente, esa conducta en él, habría que preguntarle si del mismo modo trata a las mujeres que no están frente a él en igual desventaja, y que, por tanto, pueden defenderse de su acoso.

Y si en defensa de ese acoso él arguyera que esta mujer, indigente, aunque se ha negado a sus solicitudes no se ha mostrado molesta por ello, habríamos de ver si en las mujeres de su igual nivel socioeconómico, o sin la necesidad de desayuno allí, él es capaz de suscitar esa misma reacción de no mostrarle indignación o enojo.

Obviamente, de ser esto así, no estaría él acosando sexualmente a una mujer necesitada de alimento que, a través de él por desgracia, allí se da.

Si este sujeto tuviera la capacidad de convencer o seducir mujeres que no padecen ese estado de vulnerabilidad, o si las mujeres que no lo padecen mostraran ante él ese grado de tolerancia, sin gritarle, denunciarlo o reportarlo, entonces esto sería natural; pero no es así.

Y él mismo, con todo descaro, lo reconoce cuando al insistir en acosar a esta mujer, responde a su negativa diciendo que él no puede conseguirse otra mujer porque ya está viejo.

---Continúo escribiendo aquí.

Lo que en este caso, y cualquier otro análogo, debe quedar principalmente del todo claro, es que cualquier aparente (supuestamente real), o incluso real, falta de enojo (o incluso consentimiento, e incluso explícito), en cualquier relación en que existe esta disparidad de posiciones o desequilibrio de poder, es un abuso.

Y, quisiera poderlo decir ahora mismo también, es desde el punto de vista jurídico muy arriesgado, si la afectada poner una denuncia.

Sin embargo, la sociedad en que vivimos es todavía tan machista y corrupta a la vez, que la mayoría de las mujeres no hacen este tipo de denuncia (ni ninguna otra, como tampoco los hombres, en México), por ignorancia de sus derechos, por sus —fundados— temores a represalias y por desahucio ante la corrupción en el sistema de justicia.


Nos corresponde a la sociedad, sin embargo, cambiar esta forma abusiva de aprovecharse de las posiciones de ventaja, concientizando al respecto lo más posible; exponiendo amplia y críticamente, y —al menos así por ahora— castigando a quienes están cometiendo estas injusticias y a todos sus cómplices.

---Continúo escribiendo aquí.

37:49 Camino hacia fuera del lugar, enseguida de despedirme.

---Continúo escribiendo aquí.

Respaldos de este artículo:

Ago-31-2022

Sep-02-2022

Sep-28-2022

(2) Los psicopáticos abusos de René Zúñiga Hermosillo y su madre

Este caso es otra clara prueba de que cuando los problemas no se atienden suficientemente, empeoran; y tal atención debe ser denunciar, con total apertura y, tanto cuanto sea posible, pruebas de ello.


El 24 y el 25 de agosto pasado, denuncié en este blog, meramente mediante alusiones, una serie de abusos, sin casi ningún detalle; por entonces solo como forma urgente de contener a los agresores, ubicados un lugar en el que estuve rentando una habitación, hasta  poder intentar mudarme a un lugar tranquilo y apropiado para continuar con mi trabajo.


El sitio en cuestión, es una casa de huéspedes, que se ubica en la calle López Cotilla número 875, entre las calles Escorza y Camarena, en Guadalajara, Jalisco, México; y es administrado por un tal Manuel Gutiérrez, tal como él se identifica ante sus inquilinos, sin revelar un segundo apellido ni mostrar nunca ninguna identificación, aunque  radica en la misma casa.


Las denuncias antedichas, meramente públicas por ahora, son estas publicaciones:


Agresiones con saña que actualmente están seriamente arriesgando la continuación de mis trabajos

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/08/agresiones-con-sana-que-actualmente.html


MÁS AGRESIONES EN MI CONTRA

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/08/mas-agresiones-en-mi-contra.html


Sin embargo, los abusos y delitos, pese a tales advertencias, continuaron, con aparente moderación, pero empeorando hasta el grado de que Manuel Gutiérrez, que actúa del todo al margen de la ley, añadió el abuso de pedirme (dos días antes de la fecha de vencimiento del pago mensual que por adelantado hice) que dejara el cuarto, precipitando mi salida, hacia un lugar que tuve que elegir apresuradamente.


Por desgracia, todavía no va a serme posible denunciar lo suficiente esos otros recientes abusos, más que en muy pocas palabras, por falta de tiempo otra vez.


En síntesis: Un muchacho homosexual, vecino de otro cuarto en esa casa, me estuvo acosando, con la complicidad de un amigo íntimo suyo (muy probablemente bisexual y más que amigo de él), que al ver mi rechazo me estuvo también molestando, a fin de que cediera a las pretensiones homosexuales o que me fuera de ese lugar.


Al quejarme de esto con Manuel Gutiérrez, este reaccionó con parcialidad, poniéndose del lado de ellos, de manera irracional, debido a favores que les debía. Y cuando, en vista de ello, le advertí que podría denunciar la evasión de impuestos que en ese negocio se está cometiendo (no se expiden facturas a los inquilinos), trató de amedrentarme varias veces y me amenazó, de forma muy directa incluso.


Y estoy ahora ante un caso de abusos aún peores que los anteriores, en el que un sujeto de nombre René Zúñiga Hermosillo, que se ostenta como dueño de una casa en la que renta dos habitaciones, está cometiendo en mi contra un muy notorio, descarado (con cinismo) y agresivo fraude, y, lo que puede ser todavía peor, es del todo razonable deducir, de varios hechos, que lo viene haciendo contra muchos otros de sus inquilinos y prospectos, desde hace años, de manera sistemática y planeada, en coautoría con su madre y con otra persona, que lo está anunciando a través de Facebook, sin mostrar ninguno de sus apellidos y tan solo un nombre, que probablemente es falso.


La conducta de estas dos personas con las que he tratado directamente, René Zúñiga Hermosillo y su madre, es tan notoriamente absurda y abusiva, * que es evidentemente patológica.


* Y aquí es importante anotar: Cuya irracionalidad es siempre en el sentido de abusar, y no en ningún otro sentido.


Para dar una idea anticipada de lo que ahora enfrento, esta comparación es útil:


El caso más arriba mencionado, no consiste más que en un conjunto de conductas deshonestas y muy abusivas, apoyadas sobre la ventaja que se cree tener, y que se tuvo de hecho en cuanto a mí hasta cierto punto, en fuerza numérica y bruta. Es un caso típico, sobreabundante en un país muy atrasado en su sistema de justicia, de abusos con saña, vileza, y delitos, que a menudo vemos todos desde cerca, y padecemos de cuando en cuando.


El caso ante el que ahora me encuentro, en cambio, aunque esencialmente muy similar en el grado de injusticia que conlleva, implica un modus operandi muy distinto, más organizado aún y en el que, al principio, no se ve muy claramente dónde acaba la patológica malignidad, que evidentemente la hay, y dónde estos sujetos se aprovechan de ello, de la repelencia y precaución que ello en sus víctimas genera, para sus propósitos vividores, de lucrar de manera ilegal y sin ningún escrúpulo, mediante el fraude, fácil y, en la gran mayoría de los casos, seguro para ellos.


Es un thriller psicológico en la vida real, que implica la patología mental perversa y de extremo descaro —por la impunidad con la que estos sujetos habitualmente delinquen— de casos no tan abundantes como el más arriba referido.


En vista de los serios riesgos que para mi integridad, física y económica, y la de muchas otras personas, los abusos de estos tres sujetos están implicando, especialmente los dos que viven en esta casa, y la urgente necesidad de prevenir aún mayores abusos en mi perjuicio, y en el de muchas otras personas aún más indefensas que yo, me veo precisado a exponer lo que está sucediendo, con las pruebas que esta responsable y apremiante prevención requieren.


Además del relato de lo que aquí está ocurriendo, incluiré más de veinte grabaciones de audio y múltiples capturas de pantalla sobre comunicaciones mediante Internet.


Por razones de urgencia de comunicar ya cuanto material prioritario a la mano al respecto tenga, lo publicaré omitiendo por ahora archivos que son de contextual * significancia para comprender mejor lo que sucede.


* Se trata de otros hechos, de importancia por sí solos no esencial, pero que dentro del conjunto aclaran mucho más lo que sucede.


Esto significa que para captar al máximo lo que aquí está ocurriendo, será necesario leerlo completo, al final de esta serie de publicaciones, que iré haciendo al respecto.


---Continúo escribiendo...


A contiuación, algunas de las más de veinte grabaciones de audio que al respecto pienso publicar (de entre más de 100 que he hecho allí), conforme vaya teniendo tiempo para transcribir su contenido.


Sep-09-2022


Este día, el 9 de septiembre fue la primera vez que desde la casa en que ahora rento un cuarto, en la calle Teotihuacan 1654, fui al centro a comprar alimentos y alguna que otra cosa.

 


https://archive.org/download/Los-psicopaticos-abusos-de-Rene-Zuniga-Hermosillo-y-su-madre_Audios/04_2022-09-09_21-35-43.mp3


Contenido de este archivo de audio:


Desde el inicio de este archivo, saco y acomodo, en el cuarto, las cosas que este día compré.


Minuto 17:08. Salgo del cuarto y chiqueo a Frida (una de las perras).


Voy a la cocina, a prepararme algo de comer.


20:06 La perra ladra, a una mosca.


42:22 Llegan René Zúñiga y su mamá, abren la puerta y entran, mientras estoy en la cocina.


43:20 Los saludo, diciéndoles "buenas noches". René me responde, y luego la señora.


43:27 René dice: "Salimos un ratito a tomar café."

 

46:09 René entra a la cocina y me pregunta en voz muy alta y con mucha confianza: "¿Qué preparas?". Le respondo que una ensalada. Y dice: "Ah, qué rico".


Platica que se fueron en taxi.


46:30 Y añade: "Fuimos a una plática de psiquiatría".


46:44 Y dice: "Pero pues yo tengo un.... un médico que está mááás... más interesante..."


Luego, en la sala, junto a la cocina, les sirve de cenar, croquetas y agua, a las dos perras, Frida y Chiquita. Y me acerco a ver.


48:14 René me pregunta de qué es la ensalada que estoy preparando, y, aunque ya antes le había dicho que soy vegano (y esa vez mostró saber lo que esto significa), me pregunta si le pongo camarones, como por deseo de que así sea, y le respondo que no, y que es de solamente vegetales, mencionando sus ingredientes.


49:22 Regreso a la cocina y sigo preparando mi cena.


50:10 René regresa a la cocina y mete al refrigerador algunas bebidas.


50:43 Me pregunta si de joven sí tomaba. Le respondo que solamente de los 18 a los 21 años, sin exceso. Se va de la cocina.


52:39 Camino hacia el cuarto y dejo en él la ensalada que preparé.


53:14 Camino hacia la cocina, mientras Frida, una de las perras, me sigue por un lado, como con hambre o antojo y con deseo de que la acaricie, y le voy hablando cariñosamente en voz muy baja.


53:43 Regreso hacia el cuarto, y al ir saliendo de la cocina, Frida va tratando de alcanzar un recipiente que llevo, vacío, y le digo en voz baja que no traigo nada, y René, al oírme al pasar, emite un sonido como en señal de que se ha dado cuenta de lo que digo.


Entro al cuarto y, en varios recipientes de plástico, no transparentes, meto vegetales de los que hoy compré.


55:20 Regreso hacia la cocina llevando dichos recipientes, para meter al refrigerador; el cual está casi vacío; pues, por lo visto, ni René ni su mamá cocinan casi nunca, sino que compran comida ya hecha, o preparan cosas muy sencillas.


56:40 Regreso al cuarto, por otros alimentos.


Anudo algunas bolsas, transparentes, en las que venían los vegetales que compré, y 


58:27 Regreso con ello hacia la cocina. Al pasar por un lado de donde estaba sentado René, y al voltear este hacia mí, emite una sonrisa, breve, de satisfacción, sin que yo le sonriera ni volteara hacia él.


Meto esas otras cosas al refrigerador y camino hacia el cuarto otra vez.


59:25 Al pasar por donde está René, me dice que mañana llega, a la casa, la muchacha que él me comentó que había quedado en mudarse a otro cuarto que aquí se renta.


Luego me pregunta si tengo productos de limpieza, para asear el baño; y me pide que sea yo mismo quien mañana diga a la muchacha que ella y yo vamos a turnarnos en lavar el baño, un fin de semana cada uno, como ya antes él me dijo; a pesar de que, por supuesto, el baño también lo usan él y su mamá. Además, lo que no había dicho sino hasta ahora, era que nosotros, los inquilinos, teníamos que poner no solamente la mano de obra para la limpieza, sino también los productos para ello.



Sep-10-2022



https://archive.org/download/Los-psicopaticos-abusos-de-Rene-Zuniga-Hermosillo-y-su-madre_Audios/05_2022-09-10_13-15-26.mp3


Contenido de este archivo de audio:


Salgo del cuarto y fuera está Frida, una de las dos perras que hay en la casa; la saludo y la chiqueo un poco en voz muy baja, y camino hacia  la cocina.


Enseguida, René sale de su cuarto y se sienta a fumar en un sillón en la sala, a un lado de la entrada a la cocina, mientras estoy acomodando, en el refrigerador, algunos alimentos que el día anterior compré. Y él habla con su mamá, que está a unos metros de allí, y con Frida.


3:13 René pone música y comienza a cantar, cosa que acostumbra hacer a través de todo el día, todos los días, así como fumar y estar sentado en dicho sillón, cuando no está dentro de su cuarto.


3:47 Salgo de la cocina hacia el cuarto y al pasar saludo a René, hago un comentario sobre Frida y continúo caminando.


4:15 Cuando estoy abriendo la puerta del cuarto, a unos 5 metros de donde René está sentado, este, sin moverse (y ni siquiera reclinarse) del sillón:


René: Oiga, Roberto...


Roberto: Hey


René: Cuando vaya...


Camino acercándome hasta unos dos metros de él.


René: Cuando vaya —repite— al centro, a comprar, le voy a encargar para mi mamá —mientras golpea con el dedo el cigarro sobre el cenicero, que siempre tiene en el apoyabrazos del sillón (incluso cuando él no está allí), para no tener que mover el brazo, a la mesa de centro.


Cuando allí se sienta, varias veces al día, durante horas, solo mueve un dedo, para tumbar la ceniza al cigarro; el brazo, de la boca al cenicero y viceversa; y la boca, para cantar —eufórico— y soltar frecuentes risotadas, como sintiéndose bendecido por su existencia parasitaria.


Roberto: No, no puedo hacer eso.


René: ¿Por qué?


Roberto: Porque traigo muchísima carga, y siempre traigo menos de lo que puedo. O sea, por ejemplo, ayer, que fui para allá, eeeeh, llevaba una lista como de quince cosas...


René: Ajá...


Roberto: Y no las traje, las quince cosas.


René: Cuando tenga mi carro, yo lo puedo llevar.


Roberto: No, no. Es queee...


Me interrumpe abruptamente, enfurecido.


René: ¡Ah, bueno, está bien, no hay!


Roberto: Okey


René: ¡Ya! ¡Bay!


Roberto: Okey


René: ¡Retáquese a su cuarto!


Roberto: ¡No no no! ¡Voy a entrar al cuarto cuando yo quiera!


Al dirigirme otra vez hacia el cuarto, la mamá de René está parada en el umbral de su habitación, que está a un lado de la mía; me mira, como si no hubiera escuchado nada, y la miro,  sin saludarnos.


Denuncia al arrendador René Zúñiga Hermosillo ante Hacienda

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/09/denuncia-al-arrendador-rene-zuniga.html


Amenazas de muerte de René Zúñiga Hermosillo en mi contra

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/09/2-amenazas-de-muerte-de-rene-zuniga.html


Respaldos de este artículo:

Sep-21-2022

https://archive.is/nnqqS


Sep-28-2022

https://archive.is/C7QMW

Otro indigente enfermo abandonado y rescatado frente al Hospital Civil antiguo

El sábado 24 de septiembre, en la mañana, un indigente me platicó, preocupado, acerca de otra persona en situación de calle, enferma, que no puede caminar y está cada día peor, frente al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, más conocido como Hospital Civil viejo, que se ubica en la calle Hospital 278, entre las calles Belén y Coronel Calderón, en Guadalajara, en el estado de Jalisco, en México.


Fui a ver a esta persona, que no conocía, un señor muy delgado, 

con las escleróticas muy amarillas, con dolores en las piernas (sobre todo en la derecha) y con los pies muy hinchados, de 54 años de edad, y nombre Miguel Ángel.


Relata que hace dos semanas recibió en las piernas un golpe por un carro, y que hace una semana fue ingresado al Hospital Civil antes mencionado; donde recibió, únicamente, un suero intravenoso y una pastilla, y hace dos días ya fue dado de alta, cuando todavía no puede caminar, en dichas condiciones, con el argumento de que no hay allí suficientes camas para atenderlo.


Llamé al 911 tres veces, pidiendo una ambulancia, a las 10:58, a las 11:38 y a las 12:51 horas. Grabé completas las dos primeras; de la tercera solo se grabó mi voz porque al hacerla no detuve la grabación que al mismo estaba haciendo con otra aplicación respecto a lo que estaba ocurriendo alrededor, y el celular solo puede grabar desde un solo origen por vez.


Por lo mismo, del mismo modo grabé tres llamadas que recibí de la Cruz Roja, a las 11:13, a las 13:18 y a las 13:19 horas.


A las 13:18 horas llegó la ambulancia, y luego de que revisaron a Miguel Ángel y de que platicamos respecto de las opciones para ayudarlo, los paramédicos decidieron trasladarlo a la Cruz Roja, que está frente al parque Morelos.


Los acompañé y Miguel Ángel quedó allí internado, con suero.


Publicaré más respecto a este caso próximamente.


En las grabaciones puedes encontrar muchos más detalles al respecto:


https://archive.org/details/Otro-indigente-enfermo-abandonado-y-rescatado-frente-al-Hospital-Civil-antiguo_Audios


Respaldo de esta página:

https://archive.is/CHGyw

(2) Amenazas de muerte de René Zúñiga Hermosillo en mi contra

Sep-22-2022

René Zúñiga Hermosillo hace unas dos horas me amenazó de muerte con un cuchillo, y sugirió que para ello también tiene una pistola.

Desde entonces está a un lado de la puerta de la casa y de la habitación en que estoy, impidiéndome salir.

A las 10:47 horas, hace unos 45 minutos, llamé al 911, pero no ha llegado ninguna unidad de policía.


Respaldo de esta publicación:

https://archive.is/rpuMz


Sep-28-2022

Enseguida de amenazarme de muerte con un cuchillo, y sugiriendo que para ello también tiene un arma de fuego, permaneció sentado a un lado de la puerta de salida de la casa y rondando cerca de la puerta de la habitación que estoy rentando allí, y desconectó enseguida el Internet y luego la electricidad.


Tuve que salir de allí con el auxilio de la policía municipal de Zapopan.


Estoy preparando ahora cinco denuncias penales contra René Zúñiga Hermosillo: por tortura, por amenazas de muerte con arma, por privación ilegal de la libertad, por desalojo ilegal y por despojo, entre otros delitos.


Tengo más de 100 grabaciones de audio al respecto (entre muchos otros archivos), muchas de las cuales van a servir como pruebas en estas denuncias. Y otras, no pocas, de ellas van a servir como pruebas de conductas patológicas relacionadas de René Zúñiga y de su madre.


Puesto que todos estos delitos están muy estrechamente interrelacionados, pienso presentarlas todas al mismo tiempo, cuando tenga ya seleccionados los archivos que presentaré y publicaré. 


Respaldo de esta página:

jueves, 22 de septiembre de 2022

(1) Amenazas de muerte de René Zúñiga Hermosillo en mi contra

René Zúñiga Hermosillo hace unas dos horas me amenazó de muerte con un cuchillo, y sugirió que para ello también tiene una pistola.

Desde entonces está a un lado de la puerta de la casa y de la habitación en que estoy, impidiéndome salir.

A las 10:47 horas, hace unos 45 minutos, llamé al 911, pero no ha llegado ninguna unidad de policía.


Respaldo de esta página:

https://archive.is/rpuMz

miércoles, 21 de septiembre de 2022

(1) Los psicopáticos abusos de René Zúñiga Hermosillo y su madre

Este caso es otra clara prueba de que cuando los problemas no se atienden suficientemente, empeoran; y tal atención debe ser denunciar, con total apertura y, tanto cuanto sea posible, pruebas de ello.


El 24 y el 25 de agosto pasado, denuncié en este blog, meramente mediante alusiones, una serie de abusos, sin casi ningún detalle; por entonces solo como forma urgente de contener a los agresores, ubicados un lugar en el que estuve rentando una habitación, hasta  poder intentar mudarme a un lugar tranquilo y apropiado para continuar con mi trabajo.


El sitio en cuestión, es una casa de huéspedes, que se ubica en la calle López Cotilla número 875, entre las calles Escorza y Camarena, en Guadalajara, Jalisco, México; y es administrado por un tal Manuel Gutiérrez, tal como él se identifica ante sus inquilinos, sin revelar un segundo apellido ni mostrar nunca ninguna identificación, aunque  radica en la misma casa.


Las denuncias antedichas, meramente públicas por ahora, son estas publicaciones:


Agresiones con saña que actualmente están seriamente arriesgando la continuación de mis trabajos

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/08/agresiones-con-sana-que-actualmente.html


MÁS AGRESIONES EN MI CONTRA

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/08/mas-agresiones-en-mi-contra.html


Sin embargo, los abusos y delitos, pese a tales advertencias, continuaron, con aparente moderación, pero empeorando hasta el grado de que Manuel Gutiérrez, que actúa del todo al margen de la ley, añadió el abuso de pedirme (dos días antes de la fecha de vencimiento del pago mensual que por adelantado hice) que dejara el cuarto, precipitando mi salida, hacia un lugar que tuve que elegir apresuradamente.


Por desgracia, todavía no va a serme posible denunciar lo suficiente esos otros recientes abusos, más que en muy pocas palabras, por falta de tiempo otra vez.


En síntesis: Un muchacho homosexual, vecino de otro cuarto en esa casa, me estuvo acosando, con la complicidad de un amigo íntimo suyo (muy probablemente bisexual y más que amigo de él), que al ver mi rechazo me estuvo también molestando, a fin de que cediera a las pretensiones homosexuales o que me fuera de ese lugar.


Al quejarme de esto con Manuel Gutiérrez, este reaccionó con parcialidad, poniéndose del lado de ellos, de manera irracional, debido a favores que les debía. Y cuando, en vista de ello, le advertí que podría denunciar la evasión de impuestos que en ese negocio se está cometiendo (no se expiden facturas a los inquilinos), trató de amedrentarme varias veces y me amenazó, de forma muy directa incluso.


Y estoy ahora ante un caso de abusos aún peores que los anteriores, en el que un sujeto de nombre René Zúñiga Hermosillo, que se ostenta como dueño de una casa en la que renta dos habitaciones, está cometiendo en mi contra un muy notorio, descarado (con cinismo) y agresivo fraude, y, lo que puede ser todavía peor, es del todo razonable deducir, de varios hechos, que lo viene haciendo contra muchos otros de sus inquilinos y prospectos, desde hace años, de manera sistemática y planeada, en coautoría con su madre y con otra persona, que lo está anunciando a través de Facebook, sin mostrar ninguno de sus apellidos y tan solo un nombre, que probablemente es falso.


La conducta de estas dos personas con las que he tratado directamente, René Zúñiga Hermosillo y su madre, es tan notoriamente absurda y abusiva, * que es evidentemente patológica.


* Y aquí es importante anotar: Cuya irracionalidad es siempre en el sentido de abusar, y no en ningún otro sentido.


Para dar una idea anticipada de lo que ahora enfrento, esta comparación es útil:


El caso más arriba mencionado, no consiste más que en un conjunto de conductas deshonestas y muy abusivas, apoyadas sobre la ventaja que se cree tener, y que se tuvo de hecho en cuanto a mí hasta cierto punto, en fuerza numérica y bruta. Es un caso típico, sobreabundante en un país muy atrasado en su sistema de justicia, de abusos con saña, vileza, y delitos, que a menudo vemos todos desde cerca, y padecemos de cuando en cuando.


El caso ante el que ahora me encuentro, en cambio, aunque esencialmente muy similar en el grado de injusticia que conlleva, implica un modus operandi muy distinto, más organizado aún y en el que, al principio, no se ve muy claramente dónde acaba la patológica malignidad, que evidentemente la hay, y dónde estos sujetos se aprovechan de ello, de la repelencia y precaución que ello en sus víctimas genera, para sus propósitos vividores, de lucrar de manera ilegal y sin ningún escrúpulo, mediante el fraude, fácil y, en la gran mayoría de los casos, seguro para ellos.


Es un thriller psicológico en la vida real, que implica la patología mental perversa y de extremo descaro —por la impunidad con la que estos sujetos habitualmente delinquen— de casos no tan abundantes como el más arriba referido.


En vista de los serios riesgos que para mi integridad, física y económica, y la de muchas otras personas, los abusos de estos tres sujetos están implicando, especialmente los dos que viven en esta casa, y la urgente necesidad de prevenir aún mayores abusos en mi perjuicio, y en el de muchas otras personas aún más indefensas que yo, me veo precisado a exponer lo que está sucediendo, con las pruebas que esta responsable y apremiante prevención requieren.


Además del relato de lo que aquí está ocurriendo, incluiré más de veinte grabaciones de audio y múltiples capturas de pantalla sobre comunicaciones mediante Internet.


Por razones de urgencia de comunicar ya cuanto material prioritario a la mano al respecto tenga, lo publicaré omitiendo por ahora archivos que son de contextual * significancia para comprender mejor lo que sucede.


* Se trata de otros hechos, de importancia por sí solos no esencial, pero que dentro del conjunto aclaran mucho más lo que sucede.


Esto significa que para captar al máximo lo que aquí está ocurriendo, será necesario leerlo completo, al final de esta serie de publicaciones, que iré haciendo al respecto.


---Continúo escribiendo...


Como muestra de lo antedicho, este audio:



https://archive.org/download/Los-psicopaticos-abusos-de-Rene-Zuniga-Hermosillo-y-su-madre_Audios/05_2022-09-10_13-15-26.mp3

 

Contenido de este archivo de audio:


Salgo del cuarto y fuera está Frida, una de las dos perras que hay en la casa; la saludo y la chiqueo un poco en voz muy baja, y camino hacia  la cocina.


Enseguida, René sale de su cuarto y se sienta a fumar en un sillón en la sala, a un lado de la entrada a la cocina, mientras estoy acomodando, en el refrigerador, algunos alimentos que el día anterior compré. Y él habla con su mamá, que está a unos metros de allí, y con Frida.


3:13 René pone música y comienza a cantar, cosa que acostumbra hacer a través de todo el día, todos los días, así como fumar y estar sentado en dicho sillón, cuando no está dentro de su cuarto.


3:47 Salgo de la cocina hacia el cuarto y al pasar saludo a René, hago un comentario sobre Frida y continúo caminando.


4:15 Cuando estoy abriendo la puerta del cuarto, a unos 5 metros de donde René está sentado, este, sin moverse (y ni siquiera reclinarse) del sillón:


René: Oiga, Roberto...


Roberto: Hey


René: Cuando vaya...


Camino acercándome hasta unos dos metros de él.


René: Cuando vaya —repite— al centro, a comprar, le voy a encargar para mi mamá —mientras golpea con el dedo el cigarro sobre el cenicero, que siempre tiene en el apoyabrazos del sillón (incluso cuando él no está allí), para no tener que mover el brazo, a la mesa de centro.


Cuando allí se sienta, varias veces al día, durante horas, solo mueve un dedo, para tumbar la ceniza al cigarro; el brazo, de la boca al cenicero y viceversa; y la boca, para cantar —eufórico— y soltar frecuentes risotadas, como sintiéndose bendecido por su existencia parasitaria.


Roberto: No, no puedo hacer eso.


René: ¿Por qué?


Roberto: Porque traigo muchísima carga, y siempre traigo menos de lo que puedo. O sea, por ejemplo, ayer, que fui para allá, eeeeh, llevaba una lista como de quince cosas...


René: Ajá...


Roberto: Y no las traje, las quince cosas.


René: Cuando tenga mi carro, yo lo puedo llevar.


Roberto: No, no. Es queee...


Me interrumpe abruptamente, enfurecido.


René: ¡Ah, bueno, está bien, no hay!


Roberto: Okey


René: ¡Ya! ¡Bay!


Roberto: Okey


René: ¡Retáquese a su cuarto!


Roberto: ¡No no no! ¡Voy a entrar al cuarto cuando yo quiera!


Al dirigirme otra vez hacia el cuarto, la mamá de René está parada en el umbral de su habitación, que está a un lado de la mía; me mira, como si no hubiera escuchado nada, y la miro,  sin saludarnos.


Denuncia al arrendador René Zúñiga Hermosillo ante Hacienda

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/09/denuncia-al-arrendador-rene-zuniga.html


Respaldo de esta página:

martes, 20 de septiembre de 2022

Acuse de recibo de mi denuncia ante el SAT contra René Zúñiga Hermosillo

Ayer, lunes 19 de septiembre, recibí acuse de recibo de la denuncia que por evasión de impuestos envié el 15 de septiembre contra René Zúñiga Hermosillo, al SAT (Servicio de Administración Tributaria).


Denuncia al arrendador René Zúñiga Hermosillo ante Hacienda

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/09/denuncia-al-arrendador-rene-zuniga.html


Se me envía número de folio y contraseña para acceder al sitio de ese órgano y consultar el estatus de la denuncia.


Respaldo de esta página:

https://archive.is/aFrOU

jueves, 15 de septiembre de 2022

Denuncia al arrendador René Zúñiga Hermosillo ante Hacienda

1:40 Envié el email:


De: Roberto Patrón Zepeda <roberto_patron@protonmail.com>


A: denuncias@sat.gob.mx


Asunto: Denuncia de evasión fiscal


Mensaje:


Buenos días


El 6 de septiembre del presente año, el Sr. René Zúñiga Hermosillo, me cobró la cantidad de 3,300 pesos por concepto de un mes de renta de una habitación, y 500 pesos como  "depósito" sin devolución, sin entregarme factura de ello, sino solo un recibo manuscrito e informal, sin RFC.


Por lo que además está incumpliendo su obligación de pagar impuestos y, probablemente, la de estar dado de alta como arrendador en el SAT.


La habitación está dentro de la casa en que él vive, ubicada en la calle Teotihuacán número 1654, entre la avenida Sierra de Mazamitla y la calle Izamal, en el fraccionamiento Pinar de la Calma, en Zapopan, Jalisco, código postal 45080.


Su número de teléfono es el 33 1173 7409


René Zúñiga Hermosillo es arrendador también de otra habitación dentro de esta casa, en las mismas condiciones de evasión fiscal, con un cobro mensual de 3,100 pesos, más 500 pesos de depósito sin devolución.


Incluyo enlace a una carpeta:


René Zúñiga Hermosillo


https://mega.nz/folder/dYoTjD5R#SXIKx2MsGDR71K5gGa-pqQ


La que contiene:


* Capturas de pantalla del anuncio de uno de esos cuartos, puesto en Internet por un amigo o cómplice de René Zúñiga Hermosillo, cuyo perfil aparece con solo un nombre, posiblemente falso, sin ningún apellido:


Emmanuel El Chemita


https://facebook.com/profile.php?id=100001588289200


https://facebook.com/emmanuel.el.chemita


* Capturas de pantalla de WhatsApp.


* Grabaciones de dos llamadas telefónicas que hice a René Zúñiga Hermosillo, al número de teléfono 33 1173 7409, que es el que aparece en dicho anuncio.


* Capturas de pantalla que vinculan dicho perfil de Facebook con el de René Zúñiga Hermosillo, que también aparece con nombre incompleto, y con la adición de un nombre falso (Tadeo):


Tadeo René (Rana)


https://facebook.com/profile.php?id=100003151417849


https://facebook.com/rene.zunigahermosillo


* Grabación de audio de la primera conversación que personalmente tuve, el 6 de septiembre, con René Zúñiga Hermosillo, en que me muestra la habitación que ese día le renté y otros detalles sobre este trato de arrendamiento; así como la redacción, hecha por él, y su firma de un recibo por la cantidad de 3,300 pesos que le pagué.


* Fotografía de dicho recibo.


* Otros archivos relacionados.


En este email anexo foto de la parte frontal de la credencial del INE de René Zúñiga Hermosillo, que ese día para ello él me facilitó (habiendo el fotografiado, por ambos lados, mi identificación del INE).


Tengo otras grabaciones de audio probatorias de lo que aquí expongo, que próximamente incluiré en dicha carpeta. Así como de otros abusos que este señor viene cometiendo en mi perjuicio, y que serán motivo para otras denuncias, ante la autoridad correspondiente.


Atentamente


Roberto Patrón Zepeda

Tel. 33 2596 8384

Email: roberto_patron@protonmail.com













viernes, 2 de septiembre de 2022

(2) Acoso sexual en la Casa Pastoral San Vicente de Paul

Nota preliminar: Este artículo es un borrador todavía, muy incompleto aún, que iré completando en los próximos días.


"Casa Pastoral San Vicente de Paul", dice el letrero de un lugar, en Guadalajara, Jalisco, en cuyo patio hay un comedor comunitario, para gente de escasos recursos; en el que se prepara y sirve desayuno, de lunes a sábado, a alrededor de 30 personas; pero donde además se cometen abusos con mucha frecuencia contra las personas en estado extremo de vulnerabilidad que allí acudimos.


Para la gente con alguna formación moral, o jurídica, está de más decir que aprovecharse de esta diferencia en posiciones, es un agravante que tomar en cuenta; aunque, obviamente, es necesario señalar este hecho, en vista de que al mismo tiempo hay gente para la que las ventajas y las desventajas no parecen tener importancia al cometerse abusos; y otras para quienes esas diferencias son, precisamente, fuente de sádica satisfacción.


El origen visible, y "doloso" (para usar un término jurídico), o  decididamente perverso, de prácticamente todos estos abusos, de los cuales voy a hablar casi exclusivamente en cuanto a los que he visto y padecido directamente, es el encargado y cocinero del lugar; cuyo nombre, según algunos indigentes me han comunicado tras preguntarles, es Sergio; y cuya edad, calculo, es de unos 62 años de edad, o más.


Sin embargo, hay ayudantes suyos allí mismo que lo protegen en sus abusos, y que, por lo tanto, son sus cómplices a la vez.


Artículo al respecto:

Amenazas en mi contra por denunciar acoso sexual contra una mujer indigente

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/08/amenazas-en-mi-contra-por-denunciar.html


---Continúo escribiendo aquí.


---Insertar la grabación del audio aquí.


00:04 Estando otra persona y yo adelante en una fila de unas 30 personas, esperando para entrar al comedor, Sergio, el cocinero, llama solamente a la otra persona, sin considerarme a mí ni a los demás, aunque sobreentendimos que era la llamada para todos, y entramos todos.


Dejo una de mis mochilas en la silla en que normalmente me siento, a cuyos lados hoy están sentados un muchacho y una muchacha. Enseguida voy al baño, regreso y me siento.


El muchacho antedicho, indigente (como casi todos los demás que allí desayunamos), tiene unos 40 años de edad, nació en Guadalajara, aunque vivió un largo tiempo en la ciudad de México, y en los últimos meses ha perdido la vista casi por completo, debido a un padecimiento curable, pero inatendido.


Y ella, indigente también, de unos 37 años de edad, es de origen cubano, y lleva algunos años en México. Antes de esta vez, ella y yo no habíamos platicado casi nada, nunca. La vez pasada que la vi, fue al pasar en la mañana por una banqueta en la que ella había dormido, y acababan de robarle su mochila, en que llevaba todas sus pertenencias.


A esta muchacha, he llegado a encontrármela de cerca muy pocas veces, y he platicado con ella muy poco, casi siempre unas palabras de saludo y despedida, exceptuando únicamente la conversación de la ocasión cuyo audio aquí muestro, en que causalmente coincidimos en esa mesa.


Nunca la he visto ebria o haciendo algún escándalo y siempre la había visto muy seria, antes de esta ocasión, en que platicó mucho, y hasta se rio varias veces.


Nunca la he visto vestir  atrevidamente. Aunque ni siquiera debería hacer esta aclaración, porque nunca debe depender de ello el si se acosa sexualmente o no a otra persona.


La mayoría de las veces que la he visto, en cualquier lugar, ha ido sola, y todas las veces que la he visto acompañada por alguien, ha sido por otro indigente, de cincuenta y tantos años de edad, muy noble y muy serio, al que jamás he visto ebrio en ninguna de las muchas veces que me lo he encontrado, y con el cual he platicado muchas veces, desde hace unos dos años, durante unas 5 horas en total.


03:37 Cuando regreso del baño a la mesa, el muchacho está platicando con la muchacha sobre una herida que le produjo una de las caídas que ha sufrido últimamente, por estar perdiendo la vista.


Luego platican sobre la muerte; su conveniencia y su resultado.


06:20 Pregunto a la muchacha "¿oye, tú eres, de Cuba?"


---Continúo escribiendo aquí.


25:51 Llega Sergio, el cocinero, a donde está la muchacha, llevando un recipiente que contiene aproximadamente un kilo de cueritos, como para aparentar gran generosidad, y nos pregunta, a ella y los otros dos que estamos platicando "¿quieren más, quieren más cueritos?"


Es de especial significado el hecho de que este señor jamás sirve comida a nadie allí, * con excepción del caso a esta muchacha. En que, de paso, nos ofreció también a dos de quienes estábamos cerca de ella.


* Quien sirve el desayuno, es normalmente un ayudante; que puede ser una persona u otra, no indigentes por lo general; o incluso, a falta de alguna de ellas, alguno de los indigentes o personas de escasos recursos que allí, con distinta frecuencia, acudimos.


Y muchísimo menos se muestra tan —aparentemente— generoso con nosotros.


Lo cual constituye, obviamente, discriminación a todos los demás y, al mismo tiempo, favoritismo hacia ella; pero no en modo alguno como alguna práctica de positiva discriminación, tendiente a

compensar la desventaja en la que las mujeres se hallan en la sociedad actual; sino, por el contrario, con el fin evidente de aprovecharse abusivamente de esa desventaja, aunada con la de su situación de calle y su condición de inmigrante, tratándose de una persona que al mismo tiempo pertenece a tres reconocidos grupos en estado de vulnerabilidad.


---Continúo escribiendo aquí.


En el minuto 34:33, regresa el cocinero hasta el lugar en el que estábamos, a continuar insistiéndole a la mujer.


Tomando en cuenta las diferencias de posición entre un prestador de un servicio con supuesta pretensión de mera caridad, y quien lo recibe desde una situación en triple estado de vulnerabilidad, ese tipo de proposiciones no debe hacerse nunca, ni por una vez, ni mucho menos reiteradamente, y mucho menos en reacción a repetidas claras negativas, explicitadas por la persona que está siendo objeto de tales abusos.


Si para este sujeto, y cualquier otro, no fueran realmente tales diferencias algo que propicia, abusivamente, esa conducta en él, habría que preguntarle si del mismo modo trata a las mujeres que no están frente a él en igual desventaja, y que, por tanto, pueden defenderse de su acoso.


Y si en defensa de ese acoso él arguyera que esta mujer, indigente, aunque se ha negado a sus solicitudes no se ha mostrado molesta por ello, habríamos de ver si en las mujeres de su igual nivel socioeconómico, o sin la necesidad de desayuno allí, él es capaz de suscitar esa misma reacción de no mostrarle indignación o enojo.


Obviamente, de ser esto así, no estaría él acosando sexualmente a una mujer necesitada de alimento que, a través de él por desgracia, allí se da.


Si este sujeto tuviera la capacidad de convencer o seducir mujeres que no padecen ese estado de vulnerabilidad, o si las mujeres que no lo padecen mostraran ante él ese grado de tolerancia, sin gritarle, denunciarlo o reportarlo, entonces esto sería natural; pero no es así.


Y él mismo, con todo descaro, lo reconoce cuando al insistir en acosar a esta mujer, responde a su negativa diciendo que él no puede conseguirse otra mujer porque ya está viejo.


---Continúo escribiendo aquí.


Lo que en este caso, y cualquier otro análogo, debe quedar principalmente del todo claro, es que cualquier aparente (supuestamente real), o incluso real, falta de enojo (o incluso consentimiento, e incluso explícito), en cualquier relación en que existe esta disparidad de posiciones o desequilibrio de poder, es un abuso.


Y, quisiera poderlo decir ahora mismo también, es desde el punto de vista jurídico muy arriesgado, si la afectada poner una denuncia.


Sin embargo, la sociedad en que vivimos es todavía tan machista y corrupta a la vez, que la mayoría de las mujeres no hacen este tipo de denuncia (ni ninguna otra, como tampoco los hombres, en México), por ignorancia de sus derechos, por sus —fundados— temores a represalias y por desahucio ante la corrupción en el sistema de justicia.


Nos corresponde a la sociedad, sin embargo, cambiar esta forma abusiva de aprovecharse de las posiciones de ventaja, concientizando al respecto lo más posible; exponiendo amplia y críticamente, y —al menos así por ahora— castigando a quienes están cometiendo estas injusticias y a todos sus cómplices.


---Continúo escribiendo aquí.


37:49 Camino hacia fuera del lugar, enseguida de despedirme.


---Continúo escribiendo aquí.


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Ago-31-2022

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Sep-02-2022