sábado, 27 de agosto de 2022

Amenazas en mi contra por denunciar acoso sexual contra una mujer indigente

El pasado miércoles 24 de agosto, en mi publicación Agresiones con saña que actualmente están seriamente arriesgando la continuación de mis trabajos mencioné, muy resumidamente, los siguientes hechos:


"Un cocinero, déspota y abusivo con los indigentes en general, acosador sexual, además, de, cuando menos, una mujer indigente, como encargado desde hace años de un "religioso" comedor, en el centro de Guadalajara; que, por lo repetidas veces visto, es, en realidad, para esos dos fines al mismo tiempo: comer y ser acosados, maltratados, sobajados (aún más) y humillados de diversas formas. Mientras ella esperaba comida, sentada como a medio metro de donde grababa yo el audio de lo que estaba ocurriendo."


Al día siguiente, entré a ese comedor, y un muchacho, de unos 23 años de edad, que a veces sirve el desayuno, inusualmente estaba parado de frente a quienes íbamos entrando, en ese momento, en que iba entrando. Me miró fijamente por unos instantes.


Ayer viernes, regresé ese lugar y eso ya no ocurrió.


Sin embargo, esta mañana, cuando yo iba entrando estaba de frente a mí otro muchacho, de unos 23 años de edad también, que de vez en cuando allí se ha visto últimamente, aparentemente como ayudante, y cuando pasé por ahí me dijo, serio, en voz no muy alta, "Cuídese, señor", sin decírselo a los demás, ni ahora ni nunca antes que yo haya visto, en ninguna de las alrededor de 50 veces que he ido allí.


Por otra parte, allí ninguno de los ayudantes, ni mucho menos el encargado (el cocinero arriba mencionado) se para allí a saludar a quienes entramos, ni tampoco nos saluda de ninguna otra manera normalmente, pese a estar físicamente cerca de nosotros.


Tomando en cuenta la rareza de esos dos hechos, su concomitancia con el hecho de que acabo de hacer dicha publicación, y la consabida abusiva conducta y complicidad de las personas encargadas y ayudantes de este lugar, exceptuando a algunas de las que de vez en cuando allí ayudan, esto solo puede interpretarse como amenazas, semiveladas, en mi contra.


Además, esta vez dicho encargado-cocinero, cuyo nombre, según algunos han dicho, es Sergio, nos anunció a los comensales que ya no habrá la posibilidad de comer doble (muchos volvían a pedir comida y en algunos casos se les daba más), añadiendo que le recortaron 20 kilos de comida.


Para decir esto, se paró en el lugar más alejado posible de donde yo estaba sentado, sin ser ese el lugar en que acostumbre él colocarse para ello. El lugar es un rectángulo de dos filas de mesas y sillas, y mientras yo estaba sentado en una de las esquinas del rectángulo, él se paró en la esquina opuesta de mí, es decir, en la diagonalmente contraria.


Y cuando lo dijo, lo hizo como calculando y limitando su volumen para que no se alcanzara a grabar desde yo estaba. Como es sabido, las grabadoras de audio que los celulares incluyen, normalmente no son capaces de grabar sonidos lejanos y a volumen no muy alto que para el oído humano sí alcanzan a ser audibles.


Muy probablemente ese anuncio no es cierto, sino solo un intento de inducir a los demás a ponerse en mi contra, como si fuera yo el culpable de esa, falsa o verdadera, reducción.


De ser ese recorte cierto, significaría, entonces, que para quienes están aportando recursos para esta obra de contrariada (contaminada) beneficencia, esto es, condicionada a recibir muy malos tratos a la vez, es más importante seguir maltratando a las personas más vulnerables, que ayudarlas limpiamente, sin esa bajeza moral y esa tortura psicológica simultáneas, que son como un veneno que se añade al alimento.


Dicho comedor comunitario, tiene por nombre Casa Pastoral San Vicente de Paul. Está ubicado en la calle Jesús No. 275, entre las calles Reforma y Garibaldi.


Y se supone que pertenece al templo La Capilla de Jesús, localizado a media cuadra de allí, en una esquina entre las calles Jesús y Garibaldi, frente al mercado IV Centenario.


Como acostumbro a hacer en estos, en cuanto hago una grabación, antes de publicarla, la comparto con amistades, de tal manera que sea publicada independientemente de lo que suceda; pero, por supuesto, con mucho más serias consecuencias para quien me impida, de cualquier manera, publicar esos archivos por mí mismo.


Mañana este audio va a estar ya hecho público sin ninguna limitación. Es un poco largo, y es más apropiado, más práctico de escuchar, publicado desde el punto en que los hechos aquí denunciados inician.


De hecho, estas amenazas, ya han hecho evidente la complicidad de esos dos muchachos con un eventual delincuente, y ha empeorado la situación de estos tres sujetos.


Respaldo de esta página:

https://archive.is/E6ecj

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