miércoles, 24 de agosto de 2022

Agresiones con saña que actualmente están seriamente arriesgando la continuación de mis trabajos

Como saben quienes han observado mis publicaciones desde hace tiempo, en los últimos meses me he venido limitado a las denuncias más importantes, esto es, a las en cuanto a los abusos ya incontables y muy serios que estamos sufriendo una gran cantidad de personas, millones o miles según los casos, en extremo estado de vulnerabilidad en México, y con el propósito de que los justos resultados de ello que estoy procurando se repitan en otros países del mundo en situaciones similares.


Sin embargo, por supuesto, no dejo de observar y padecer otros múltiples casos de abusos muy serios individuales, contra otras personas y en contra mía, que vengo desde luego registrando y documentando con diversas pruebas, como acostumbro desde hace décadas.


Sobra decir que todo este trabajo, que en estos meses no es completamente público, pero tampoco del todo privado, no es como una absurda especie de coleccionismo personal, sino con el mismo propósito de todo lo que capto en este aspecto: denunciar todo al máximo, de todas las formas posibles, con el fin de reducir al máximo esta extrema injusticia e irracionalidad en que existimos, los más pobres y más vulnerables.


El propósito principal, precisamente, del libro científico que en estos meses estoy continuando con el fin de concluir dentro de cuando más dos meses, Teoría del Equilibrio Universal, es demostrar, de manera contundente y, si es posible también, a la vez, completamente convincente, los únicos caminos que conducen al progreso, el máximo, de las naciones y los individuos, así como, por el contrario, hacia su atraso y su decadencia o autodestrucción.


Todavía he mostrado relativamente poco, lo reconozco, con lo que he publicado al respecto hasta ahora, en comparación con lo que voy a demostrar, con meridiana claridad, en la próxima publicación de este libro, teórico-práctico.


Mientras tanto, continúo con las denuncias que a la vez son muy urgentes, para enviar a Cortes/Tribunales Internacionales.


Pero hay al mismo tiempo abusos que se están atravesando en mi camino, en este tiempo, y que no puedo dejar de lado, ni postergar en su solución por demasiado tiempo.


Algunos constituyen simplemente otras de esas vilezas con las que se topa uno de cuando en cuando. Y ahora estoy en uno de esos casos, respecto al cual, inevitablemente, tengo que trabajar también, para poder continuar concentrado del todo en los grandes proyectos.


Como acostumbro hacer en todos estos casos, las pruebas muy claras que tengo al respecto, así  como los datos suficientes de la identificación y ubicación de los sujetos, ya están en manos de varias personas, especialmente indicadas, además de mí; de tal manera que, sin importar abusos peores, que los actuales, que me lleguen a añadir en el camino, se actuará debidamente a ese respecto, por el bien no solo mío, sino, indirectamente, el de muchas personas más.


Esta gente que está ahora abusando en mi contra con saña, ingenuamente está interpretando muy mal, como incapacidad o como cobardía, mi extremada urgencia por salvar, realmente, las vidas de muchas personas, en México y otros países; lo que me produce una extremada indignación, y, por supuesto, me impele mucho más a ocuparme del caso muy pronto; con mucho más impulso que el normal en mí en todos estos abusos tan viles; y por supuesto por el hecho de que está obstruyéndome y demorándome en la ayuda a una gran cantidad de personas que la necesitan muy urgentemente.


Otros casos individuales, de los cuales tengo ya pruebas de sobra, tendrán, lamentablemente, que esperar para ser más detalladamente publicados y publicitados. Por ejemplo:


Un cocinero, déspota y abusivo con los indigentes en general, acosador sexual, además, de, cuando menos, una mujer indigente, como encargado desde hace años de un "religioso" comedor, en el centro de Guadalajara; que, por lo repetidas veces visto, es, en realidad, para esos dos fines al mismo tiempo: comer y ser acosados, maltratados, sobajados (aún más) y humillados de diversas formas. Mientras ella esperaba comida, sentada como a medio metro de donde grababa yo el audio de lo que estaba ocurriendo.


Otra mujer indigente, de unos 25 años de edad, tirada en la calle, frente al Hospital Civil antiguo (otro enésimo caso allí fuera, entre los cuales han muerto indigentes en completa indiferencia y abandono) sufriendo dolores insoportables en ambos pies, y por horas gritando y llorando, por extensas lesiones, con inflamación y pus, que vi al acercarme a su lado, a tratar de ayudar y a grabar, en audio, lo que estaba sucediendo.


Y, por enésima ocasión, como ya otras veces he mostrado incluso con videos en diferentes grados, la Cruz Roja rechazando ir a ayudarla, pese a mis llamadas. Luego, otro comedor, supuestamente caritativo, a unos 40 metros de ella, desde donde los gritos se oyeron durante horas claramente, negándose a mi petición de prestarme una silla de ruedas, para llevar a la muchacha, al menos de ese modo, a la sección de urgencias de dicho hospital; pese a que las que tienen, usadas, para su venta, por habérseles donado para ayudar a los necesitados; y pese a haberles sugerido que me acompañara uno de sus empleados, por si desconfiaban de que regresara. Tuve que ir a otro lugar donde, por fin, me prestaron un diablo, tras mi insistencia.


Así como otros muchos casos que también ya he documentado y publicaré en cuanto me sea posible; entre miles de otros que también requieren atención urgente, y que, hasta el presente, lamentablemente, por limitaciones económicas, no me ha sido posible ver más que al pasar; decenas cada día.


Quiero recordar el hecho de que, en otra ocasión anterior, un reporte público hecho aquí, como este, fue la antesala del libro que estoy escribiendo "Teodora Gómez Regla, su mafia y sus abusos en el alberge Ángeles y Serafines". Aunque en el caso actual, puesto que la vileza es todavía mayor, emprenderé o se llevarán a cabo además las acciones legales que sean necesarias, muy próximamente; las que en el caso de dicho albergue, no he interpuesto aún, por requerir mucho mayor información.


A propósito, la publicación de ayer de mi continuación del libro "Teodora Gómez Regla, su mafia y sus abusos en el alberge Ángeles y Serafines", es con el fin, como ya he mencionado allí mismo desde hace tiempo, de incluir este caso, con las múltiples pruebas con que lo acompaño, como parte importante de las muchas y diversas evidencias en la denuncia de genocidio contra indigentes que estoy preparando, para enviar a la Corte Penal Internacional, al igual que los archivos de los muy serios casos de abusos en los albergues CADIPSI, del DIF de Guadalajara, que también he publicado, y junto con unos 10,000 otros muy elocuentes archivos, en cuanto a este grave crimen, de los cuales estoy organizando otra gran parte para publicar también, además de los alrededor de 5,000 que hasta ahora ya he hecho públicos.


https://archive.is/hnSgj

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