El 17 de abril, al regresar, en la noche, al Hostal Don Charly, me encontré con que sus dueños habían cambiado la cerradura de ese negocio, y habían sacado mis pertenencias de la habitación que estaba yo rentando allí.
Así que esta gente no sabe o no quiere otra forma de comportarse que no sea cometer cada vez más delitos.
Desde poco antes hasta el presente, he acudido a diversos organismos del gobierno, estatal, municipal y federal, a denunciar esos delitos y a buscar asesoría al respecto, y he encontrado una ASOMBROSAMENTE EXTREMA CORRUPCIÓN en casi cada uno de los alrededor de 20 servidores públicos con los que he hablado hasta ahora.
De hecho, estoy, a consecuencia de esa extrema corrupción, en ABSOLUTA INDEFENSIÓN LEGAL en el presente, al igual que la gran mayoría de los mexicanos; pero, a diferencia de la mayoría, en lucha directa a la vez contra todo ese asqueroso muladar que constituye nuestro actual, y desde siempre, sistema de "justicia" en todo México.
Entre esos 20* servidores públicos, hubo tres excepciones, de las cuales uno fue MUY CORRUPTO, otro fue CORRUPTO y uno fue, al parecer, HONESTO al menos por un rato. Todos los demás, casi veinte, fueron EXTREMADAMENTE CORRUPTOS, ASOMBROSAMENTE CORRUPTOS, y lo fueron CON TODO DESCARO.
* Entre estas alrededor de 20 personas, no incluyo a servidores públicos con los que interactué muy poco o de manera insustancial, aunque sí incluyo a personas con las que si bien interactué muy brevemente, se dieron, en tal lapso, a conocer bastante y significativamente.
A casi todos estos, voy a denunciarlos, y ante varias autoridades a cada uno. Excepciones serán solamente los de menos importancia, por los puestos que desempeñan y la seriedad o peligrosidad de sus delitos y faltas administrativas.
En adelante, voy a dar estricto seguimiento a cada una de mis denuncias, incluyendo muchas de las anteriores, si bien por el orden de su prioridad; denunciando a cada servidor público y organismo en el que encuentre cualquier arbitrariedad durante cada uno de los procesos.
Mis objetivos son, principalmente, la reparación justa de daños y perjuicios cometidos, y a la vez el igualmente justo castigo a cada uno de los delincuentes e infractores.
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