sábado, 22 de enero de 2022

(3) Denuncia por el genocidio cometido y cometiéndose por Pablo Lemus, Enrique Alfaro y otros coautores enviada a la Corte Penal Internacional

Acabo de hacer un tercer envío de mi comunicación de genocidio a la Corte Penal Internacional:


From: Roberto Patrón Zepeda <roberto_patron@protonmail.com>


To: otp.informationdesk@icc-cpi.int


Subject: (3) Urgent communication of international crimes


Message:


Buen día,


En cuanto a la admisibilidad del asunto de esta comunicación


Entiendo que en una corte ubicada a tan larga distancia de muchos lugares del mundo, sea imposible conocer todos los casos de crímenes graves que se cometen en el planeta, incluso cuando en los lugares en que se perpetran son completamente conocidos de sus ciudadanos y connacionales; tomando en cuenta que los gobiernos que en ellos están incurriendo, directamente y en complicidad (por ejemplo, al nivel federal), no están cometiéndolos por ignorancia, sino por intencional perversidad y corrupción (rapacería), y, por ello, destinan gran parte de los recursos, del pueblo que están oprimiendo, a proyectar hacia el resto del mundo una imagen diametralmente contraria de la realidad, infrahumana y atroz, que sus gobernados estamos sufriendo.


El nivel de la gravedad de las violaciones de los derechos humanos dentro de cualquier país, cuando son muy evidentes, es resultado del nivel de incapacidad, material o/y moral, de su sistema de administración de justicia.


Hay países en los que las violaciones de derechos humanos son tan graves, tan extensas y tan conocidas; tan públicas, tan visibles a todas las autoridades por ley obligadas a actuar de oficio para resolverlas, que es totalmente evidente que no existe en sus autoridades correspondientes la capacidad moral o/y material para solucionarlas.


Obviamente, no tendría sentido que al saber, una vez que por fin se lo llega a saber, de un pueblo que es todavía tan salvaje que lleva a cabo a diario en público, a la vista de todos sus habitantes, sacrificios humanos, nos preguntáramos si ellos disponen o no de un sistema de administración de justicia que pueda castigar tales atrocidades.


Ese es un problema en gran medida incluso cultural, que es precisamente fomentado por la manipulación de los medios de comunicación masiva en el poder y bajo la influencia, de diversos modos, del estado en que está sucediendo; o, mejor dicho, del estado que está produciéndolo, perpetrándolo.


Lo que ocurre en México es exactamente análogo, respecto a la obviedad de la incapacidad moral para hacer justicia desde el interior, sin la intervención de autoridades internacionales, en el caso del genocidio que aquí comunico.


En razón de lo antecedente, de la enorme urgencia de la solución de estos graves crímenes, de mi experiencia, sufrimiento y mis observaciones durante décadas de la cultura y del sistema de justicia mexicanos, tan opuestos, y no meramente incapaces, de estas soluciones, que hasta, por supuesto, se burlan del atípico iluso que aquí llega a procurarlas, debo limitarme a exponer y probar, en la medida de mis en extremo limitadas posibilidades materiales, lo que aquí está sucediendo.


Esta es una denuncia o información muy urgente de ser enviada por dos razones: (1) porque se trata de un grupo de miles de personas que cada día estamos siendo más agredidas y excluidas y que, a consecuencia de ello, estamos enfermando y muriendo más cada día; y (2) porque yo soy la única persona que, desde México, está tratando de ayudarlos y, por ello, el gobierno de Guadalajara me ha estado agrediendo de muchas formas, CRECIENTEMENTE, de tal modo que mi vida y lo poco que me queda todavía de libertad, están en muy serio riesgo, y, por lo tanto, también lo están esta denuncia y la esperanza de que esos otros miles de personas puedan dejar de morir y sufrir lo que están sufriendo.


A consecuencia de esas dos condiciones en extremo adversas que estoy a un mismo tiempo padeciendo, cada día más, conseguir y ordenar esta información es para mí mucho más difícil, de muchas formas y en muchos aspectos, que para la gran mayoría de las demás personas.


Por esto, esta denuncia o comunicación podrá no ser normal, porque no está tan completa como yo quisiera o la corte requiere, inicialmente. Pero sé que pronto lo será, si de este modo o/y algún otro consigo salir adelante entre tanto.


El gobierno de Guadalajara acaba de fabricarme cargos, lo que es una de las típicas reacciones (entre otras mucho peores) y "soluciones" de los gobiernos muy corruptos, cuando se les acusa y, por supuesto, carecen de cualquier verdadero recurso legal o moral para defenderse.


Mi intención, por lo antedicho, es ir enviando esta denuncia cada vez más completamente, y en inglés en cuanto pueda traducirla, de tal modo que en unos días pueda considerarla como suficiente para una más completa evaluación.


Ya tengo miles de archivos al respecto publicados, en gran parte en mi siguiente blog (en que incluyo enlaces a miles de otras de mis publicaciones en otros servidores):


http://encompletoequilibrio.blogspot.com


Por favor, tomen en cuenta lo que por ahora estoy pudiendo enviar, porque este es un problema que requiere urgentemente su atención.


Aunque el grave problema que aquí denuncio, data de hace más largo tiempo, desde hace dos años y hasta el día de hoy, estoy siendo víctima y testigo de muy graves sistemáticas violaciones de derechos humanos fundamentales que los gobiernos de la ciudad de Guadalajara y del estado de Jalisco (a que dicha ciudad pertenece) están cometiendo, con absoluta impunidad, en complicidad con el gobierno federal del país de que ese estado es parte, México, contra miles de personas en pobreza extrema, mediante la policía municipal.


Pablo Lemus Navarro, actual presidente municipal de Guadalajara, en complicidad con Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, mediante una extrema y sistemática corrupción y desinformación, está no solamente generando una extrema pobreza en miles de personas en Guadalajara y otras ciudades aledañas, sino que además está a diario sistemáticamente cometiendo muy graves agresiones contra este grupo de personas; agresiones tanto más en sí lesivas y más impunes cuanto más vulnerables somos los de este grupo, en que los más agredidos y perjudicados estamos siendo los indigentes.


Formo parte de este grupo de personas desde hace dos años, siendo indigente también, y así he podido darme cuenta de lo siguiente:


Este grupo de personas en situación de calle, sin hogar, está ubicado en múltiples calles de Guadalajara, Jalisco, constituyendo aproximadamente 2000 personas (muy probablemente más).


Es imposible de censar con exactitud, debido a la falta de domicilios, documentos de identificación y movilidad frecuente dentro de la ciudad y entre esta ciudad y otras. Por lo cual los siguientes porcentajes son aproximados.


De los cuales son:


37% mujeres

58% hombres

5% niñas y niños

50% ancianos

30% entre los 25 y los 60 años de edad

20% entre los 16 y los 25 años de edad

95% drogadictos

40% alcohólicos

30% discapacitados (física o/y mentalmente)

90% enfermos (física y/o mentalmente; aunque aquí no considero las adicciones; muchos padeciendo varias enfermedades al mismo tiempo)

90% en depresión severa crónica o bipolaridad. El porcentaje de indigentes que no padece todavía esta depresión, es muy bajo. Si no se ve llorando a la mayoría es porque a diario se drogan con estimulantes


30% entre los 25 y los 60 años de edad

20% entre los 16 y los 25 años de edad


Este es un grupo no organizado y totalmente indefenso ante las violaciones que de sus derechos está padeciendo.


En este grupo estamos padeciendo a la vez muy graves violaciones de los derechos humanos en todos estos aspectos de los que la OHCHR considera:


mujeres y niñas

personas de edad

salud

tortura

vivienda


agua potable y el saneamiento

alimentación

discapacidad

pobreza

racismo


cuestiones de las minorías

desapariciones

desarrollo

detención arbitraria

educación


desplazados internos

medio ambiente


La problemática que el conjunto de todas estas violaciones de fundamentales derechos humanos está generando, es tan grave que está matando a muchos de nosotros con rapidez, y a los menos desafortunados con mucho mayor rapidez que al habitante promedio de Guadalajara.


Cada uno de estos 17 aspectos en que en este grupo estamos padeciendo consecuencias adversas muy serias, está incrementando la gravedad de cada uno de los otros 16 aspectos; de tal modo que no es posible entender plenamente la gravedad de cualquiera de estos aspectos, sin el conocimiento de la gravedad e influencia simultánea en él de los otros 16 aspectos.


Además, dichas agresiones son:


1.- Reducción de las horas de sueño a no más de seis, en cientos de personas, padeciendo al mismo tiempo casi todos cuando menos varios de los estados de vulnerabilidad arriba señalados. Con serias consecuencias para su salud y su integridad física y mental.


2.- Despojo de todas las muy pocas pero vitales pertenencias a todos los indigentes mediante operativos llevados a cabo por la policía de Guadalajara, por órdenes de Pablo Lemus Navarro, como repetidas veces he mostrado con videos y fotografías en el blog antedicho.


3.- Despojo sistemático de albergue (privación sistemática de vivienda), para otorgarla a migrantes extranjeros (haitianos), posiblemente por un tráfico de migrantes que aparentemente este gobierno está cometiendo. Pero mucho más probablemente como resultado de algún muy injusto y discriminatorio (contra los mexicanos) acuerdo realizado por el gobierno de México con el gobierno de Estados Unidos, comprometiéndose, el de México, a albergar, alimentar y dar otros servicios básicos a miles de indigentes extranjeros (principalmente haitianos) a cambio de dinero de Estados Unidos, para (además, por supuesto, de los inconvenientes, para Estados Unidos, inherentes a recibir a este género de inmigrantes en masa) evitar un escándalo humanitario internacional, en vista de que el problema humanitario que los millones de mexicanos en pobreza extrema estamos viviendo no está llamando la atención internacional en manera alguna.


Esta manera muy equivocada de tratar de "resolver" este grave problema (no solo de México, sino de Estados Unidos también, y del mundo entero en ciertas formas indirectas) está sin duda a la vez ocasionando una complicidad delictuosa y contrahumanitaria entre Estados Unidos y México, con implicaciones tales como el visto bueno y el muy probable favorecimiento e impulso material y procedimental de Estados Unidos a México para mantener al pueblo mexicano en la ignorancia de sus derechos, y en todo un conjunto de cualidades y condiciones de sumisión en los mexicanos más vulnerables y más vulnerados, que permiten esta impune discriminación, que sirve a intereses a corto plazo (miopes) de Estados Unidos; de manera paradójica, al ser obviamente contraproducentes para los mismos Estados Unidos en el mediano y, sobre todo, el largo plazo, y para todo el resto del mundo que en tales condiciones de desigualdad económica y de justicia extremadas esté padeciendo este doble problema de la inmigración y la emigración masivas.


4.- Negación sistemática de vivienda. Dicha violación del derecho a vivienda, al mismo tiempo ocurre también como resultado de otras muchas  formas de extremada corrupción, que impera en todo México.


La privación o despojo y la negación de vivienda, constituyen en conjunto una enorme, masiva, violación del derecho humano fundamental de vivienda.


5.- Negación sistemática de acceso al agua, para beber y para la higiene.


6.- Negación sistemática de alimentación, en los términos de la convencionalidad. Obligando a miles de personas a comer literalmente basura, extrayéndola de los botes, bolsas, cajas y contenedores en que otros depositan sus desechos (revueltos con excrementos y otras sustancias tóxicas), y obligándonos a ingerir "alimentos" (que aquí llamaré "comestibles", porque aunque se pueden comer cuando no hay auténticos alimentos, no alimentan en realidad, sino que aminoran el hambre, o, como algunos indigentes dicen, "engañan el estómago") y obligándonos a otros miles de personas en pobreza extrema a ingerir comestibles donados de muy baja calidad y muy deficientes nutricionalmente.


Ocasionándonos a miles de personas, tan solo en la ciudad de Guadalajara, enfermedades, desnutrición y, adicionalmente, más enfermedades derivadas de dicha desnutrición.


Por ejemplo, el 60% de los alimentos donados a indigentes por personas y grupos, con buena intención, son tortas de jamón, y el 20 por ciento son tortas de frijoles. El 100 por ciento de las cuales (o sea de dicho 80%) están hechas con pan de harina refinada.


De las tortas de jamón, el 90 por ciento incluye un poco de mayonesa o crema y chile jalapeño (a veces en abundancia: un chile jalapeño mediano completo en tres rebanadas)


7.- Negación sistemática de los servicios médicos y una doble forma de violación del derecho humano fundamental de la salud, contra miles de personas en pobreza extrema. La primera de estas violaciones se deriva de la negación de


8.- Negación sistemática de seguridad pública, cuando los mismos agentes encargados, por ley y falsa imagen pública al extranjero, de asegurarla, son los que sistemáticamente de hecho están agrediéndonos de todas las formas posibles. 


Continúo mañana...


Muchas gracias de antemano


Roberto Patrón



Video tomado al envío:

XRecorder_22012022_203339.mp4    35.29 MB

https://mega.nz/file/5YsGWSoC#3RXeOa4DYexBnQMAW0aojRG0H-VvgnRnB2k7aUj7nnE


https://archive.is/ik1wq

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