Última actualización: Lunes 03 de enero de 2022, 6:50 p. m.
La licenciada Sara Alexis Chaparro Ponce, en representación telefónica de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, humilló a Cantinflas, o a su memoria, superándolo por mucho.
Al escucharla haciendo su trabajo, que de facto es defender a toda costa al gobierno del que es servidora, podemos considerar que realmente supera por mucho a quien logró Cantinflas ser, porque éste no hablaba de tal manera más que cuando actuaba; no en la vida real.
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Llamada telefónica a la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos).
Luego de varios intentos de comunicarme, contesta mi llamada la licenciada Alexis Chaparro Ponce. No menciona su segundo apellido, sino tras insistirle que lo haga.
Le pregunto cuál es el plazo que tiene el presidente municipal para contestar a una petición que un gobernado le hace; y la asesora me contesta que no hay un término legal para ello; lo que da a entender que podría no contestárseme nunca, es decir, que podría contestárseme dentro de 50 años, lo cual no es lo que dice la Constitución, aunque esta no sea precisa.
Luego insiste, implícitamente, en que una petición a un servidor público NO es una "cuestión legal", sino solamente "un escrito formal".
Esa respuesta de la asesora, que sugiere la posibilidad de no obtener respuesta nunca, es congruente con la misma linea de acción que he encontrado en todas las fiscalías y comisiones de derechos humanos con las que me he comunicado, consistente en hacer todo lo posible, ocultando información y mintiendo, por disuadir al "quejoso" o denunciante de interponer una queja o denuncia o continuar con ella.
Y no menciona en ningún momento de su respuesta el hecho de que la autoridad tiene la obligación de responder, sino hasta que yo menciono lo que el artículo 8o. constitucional dice al respecto.
Luego, una vez más ocultando información jurídica relevante al respecto con la que está protegiendo al gobierno que en ello sea omiso, simplemente añade que en caso de no obtener contestación yo podría "reenviar un recordatorio", como sugiriendo que todo depende solamente de si el servidor público que recibe la petición se acuerda o no de ello o quiere o no quiere responder o acordarse de ello. Sin mencionar tampoco en ningún momento (ni en toda la llamada) la posibilidad de promover un amparo en tal caso.
Cuando le menciono que el plazo para la respuesta debe ser razonable, y no, por ejemplo, de 100 años, asombrosamente me dice que puesto que el periodo de gobierno de un presidente municipal tiene una duración limitada, este servidor público tiene que responder antes de que ese periodo concluya; con lo cual, una vez más tratando de desanimar al peticionario y de eximir de cualquier trabajo a cualquier servidor público, injusta y FALSAMENTE, insinúa que si el alcalde acaba de iniciar su periodo y este periodo es de tres años podría, de acuerdo con la ley o la jurisprudencia, no responderme sino hasta dentro de casi tres años.
Después, solo menciona, una vez más obviamente tratando de que las acciones contra omisiones de servidores públicos sean las menores posibles y protegerlos hasta el máximo en sus ilegalidades, solo menciona la posibilidad de enviar un escrito al respecto a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, sin mencionar otra vez el recurso de amparo.
Le digo que tengo entendido que debe haber una ley secundaria al respecto que especifica un plazo preciso o aproximado; y aquí comienza la asesora a cantinflear, hasta llegar a contradecir lo que antes dijo, diciendo ahora que el plazo debe no ser mayor a quince días.
Sara Alexis Chaparro Ponce es una extrema ignorante o una extrema deshonesta que se finge extremadamente ignorante, dando asesoría jurídica en la CNDH (la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México) de esta manera tan abusiva, tan orientada a desorientar.
En la foto, Sara Alexis Chaparro Ponce, un instrumento de desinformación y desorientación que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) está usando abusivamente contra contra todos los mexicanos que osemos buscar justicia, y contra cualquier ser humano consciente y con sentido de justicia.
Hice esta llamada el 28 de noviembre de 2020. No fue sino hasta el 7 de septiembre de 2021, trabajando 16 horas al día, cuando pude dedicar también algo de tiempo para publicar por primera vez esta grabación, al estar en extremo ocupado, todo este tiempo, defendiéndome de la extrema corrupción y violaciones de derechos humanos cometidas por los gobiernos de Guadalajara y de Jalisco, en una especie de complicidad con el gobierno federal. Una de esas complicidades en que los cómplices en muchos casos, incluso en distintas partes del mundo, ni siquiera se conocen entre sí, o hasta son rivales, como en este caso, al disputarse un botín que es fruto de un sinfín de acciones delictivas cometidas por ellos mismos.
La presidenta de la CNDH era entonces y es aún Rosario Piedra Ibarra, impuesta en ese clave cargo de muy mal disimulada sistemática protección de los violadores de los derechos humanos en México por el presidente Andrés Manuel López "Obrador".
La especialidad de Rosario Piedra Ibarra, como la de Andrés Manuel, es lapidar a todos los honestos y hasta a los corruptos si son de otras mafias y, a la vez, acariciar a todos los corruptos de su propia mafia.
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