lunes, 10 de enero de 2022

Como Hitler, Pablo Lemus y Enrique Alfaro están asesinando y explotando en serie y en masa a los más vulnerables

ANTECEDENTES


En febrero de 2019, en Guadalajara, Jalisco, una mujer de unos 50 años de edad, radicada en la misma ciudad, recientemente empleada como operadora de producción, con un sueldo de 5,500 pesos al mes, en una empresa en la que por entonces yo laboraba (con dicho sueldo y puesto), me platicó que ella había participado como sujeto de pruebas médicas farmacológicas y le habían pagado 5,000 pesos. Muy probablemente conservo grabación de audio de ello, con muchos más detalles que los que aquí refiero.


Esta mujer, muy delgada, que se quejaba con frecuencia de cansancio, y trabajaba casi nada (llegué a quejarme de ello en Recursos Humanos), tenía bruscas reacciones desproporcionadamente agresivas e insultantes si se le llegaba a contradecir, y por ello muchos de quienes la conocíamos tratábamos, por precaución, de evitar hablar con ella debido a que hablaba con fanatismo y por largos ratos de cosas muy raras y seudocientíficas.


Después, y a raíz de ello, investigué y encontré por Internet información respecto a tal manera de obtener ingresos, y en vista de las cantidades de que se hablaba y mis necesidades económicas extremas, llegué a considerarlo seriamente, varias veces, como una posibilidad para poder continuar mis estudios y conseguir un mejor trabajo. Si embargo, deseché esa opción después de repensarlo.


Más recientemente, aproximadamente el 13 de diciembre de 2021, un indigente de unos 40 años de edad, que es muy ingenuo y padece un cierto grado de retraso mental, me preguntó si creía yo que era cierto algo que alguien le había dicho: que le pagarían 1000 pesos por ponerse la vacuna contra el COVID.


Me reí, con impaciencia pues estaba yo ocupado trabajando; y le dije, un poco molesto (contra quien le hubiera mentido), que por supuesto que era falso, añadiendo: "Imagínate cuánto tendría que pagar el gobierno en total, a todos los que faltamos de vacunarnos, cuando están matándonos de muchas formas a los indigentes". Así que ni por un instante pensé que pudiera ser cierto, porque lo que era cierto era diferente.


Sin embargo, el miércoles 15 de diciembre de 2021, otro indigente, que aunque es drogadicto no padece retraso mental, me platicó que él había conseguido ya los tres mil pesos por las tres vacunas.


Por quién me lo estaba diciendo, y por su tono muy sincero, comencé a creer que eso era cierto, y por primera vez supe que incluso eran no mil, sino tres mil lo que estaban "dando", por tres vacunas en total.


Con tirabuzón, le saqué que las están aplicando en el Hospital Civil, y luego que en el nuevo de esos hospitales. Y allí añadió que él cobra 200 pesos a la gente por llevarla (por acompañarla y guiarla hasta el lugar exacto) a que la vacunen.


En los días siguientes platiqué con otros indigentes al respecto y vi que algunos ya lo sabían y otros no.


Otro de ellos, que ya se había puesto dos de las vacunas, y había recibido 2,000 pesos, también me platicó, más en detalle.


Todos ellos me lo platicaron omitiendo un detalle esencial, y de tal manera que hacen que uno crea que se trata de la vacuna normal, la oficial, que el gobierno ha estado poniendo, sin decir que se trata de pruebas.


Esta forma de decirlo es obviamente porque así pueden llevar más gente a vacunarse y cobrar más por ello, quienes para ello lo comunican; y en otros casos, simplemente por quedar bien ante otros haciéndoles el "favor" de decirles cómo obtener fácilmente un dinero que rara vez gran parte de los indigentes tiene.


---Continúo escribiendo.



---El lunes 3 de enero hice la cita para la vacuna.




2022-01-06_08-00-12---Vacuna-COVID_HC+8db---Trim.mp3    260.06 MB    1:48:34 hrs

https://mega.nz/file/fvhVzCCR#VGUhOlcxWAqGuYnX56w2-77IRw7bztUzAlY1wu4aOFE


Llego a la entrada principal del Hospital Civil Nuevo, y a una guardia que estaba en la entrada le pregunto si puedo entrar a la vacuna.


Guardia: ¿A la vacuna, del COVID?


Roberto: Ajá


Guardia: Adelante


Sigo caminando por la rampa de ese acceso hasta el CIMeT.


Al llegar a la entrada del CIMeT veo que en unas bancas que hay fuera, cerca de entrada, están dos mujeres, de aspecto humilde, como de 58 y 35 años de edad, que iban por separado.


En la fila trasera está una muchacha, de unos 24 años de edad.


1:09 Pregunto a las señoras: Disculpen, ¿ustedes tienen cita aquí?


Asienten con la cabeza.


Yo: No han abierto entonces.


Una de ellas: No. Xxxxxxxxxxx


01:15 Yo: Xxxxxxxxxxx


Me quito el suéter.


01:38 Yo: Muchas veces ponen la vacuna en el hombro. Xxxxxx


Una de las señoras: Ah, sí.


01:49 Una de las señoras me dice: ¿Venía corriendo?


Yo: Sí, vengo sudando. Se me hizo tarde.


3:38 - 4:13 Platico a las dos señoras que [cuando fui a sacar la cita] no me pidieron comprobante de domicilio; y me dicen que a ellas tampoco.


4:15 Pregunto a la muchacha de atrás: ¿A ti te pidieron comprobante de domicilio?


Me responde que ella no va a la vacuna.


09:50 Llega otra mujer, de unos 43 años de edad.


10:48 Le pregunto si va también a la vacuna y si le pidieron comprobante de domicilio. Me dice que va a una muestra de COVID y que no le pidieron comprobante.


11:50 Un muchacho abre la puerta del CIMeT, sale, saluda y nos pregunta si vamos a la vacuna y a qué dosis. La señora de unos 58 años dice ir a la segunda, y la otra y yo decimos ir a la primera. Enseguida se nos invita a pasar y las dos señoras y yo ingresamos.


Ya en la recepción, un muchacho, de unos 30 años de edad, nos pide a cada uno de los tres la identificación del INE, únicamente (ningún otro documento). Momentos después ingresa al lugar un grupo de unas 10 personas y se les pide que formen una fila en un pasillo, mientras a las dos mujeres y a mí el recepcionista anota nuestros los datos que toma de nuestras identificaciones, y nos pide el número de teléfono celular, que le decimos en voz alta, como puede escucharse en la grabación.


Luego, se nos guía hacia otro pasillo donde hay una fila de unos 15 asientos o más, y allí nos sentamos.

 

 20:17 Pregunto a la señora de la segunda dosis cuanto tiempo tiene que pasar entre una vacuna y la otra, y me contesta que un mes.

 

 25:08 Uno de los empleados pregunta: ¿Quién es el que se va a vacunar por primera vez?

 

Le respondo que los dos, refiriéndome también a la muchacha. Y no dice que pasemos los dos.


Nos conduce hasta el interior de un cubículo, en que nos pide sentarnos en dos sillas que hay frente a un escritorio.


27:38 Ingresa al lugar un muchacho, de unos 27 años de edad, quien, al igual que lo demás, no portaba gafete ni se identificó de ninguna manera. Nos entrega a cada uno unas 10 hojas con texto impreso (en letra relativamente pequeña) y engrapadas, y, sin darnos tiempo de leer nada de lo que en ellas hay escrito, comienza a decirnos: (27:55) Ya está ¿Está bien? ¿Qué fue lo que les dijeron, o qué, este..., ¿les comentaron? de venir acá respecto al estudio de la documentación


---Continúo aquí transcribiendo.





---Preguntar por qué se piden menos documentos para aplicar vacunas que no han sido probada que para aplicar vacunas que se consideran ya suficientemente aprobadas.


---Ninguno de los entrevistadores y experimentadores me dijo su nombre ni portaba ningún gafete.


---El primer entrevistador me dijo que Biofarma es patrocinador del 


---En las paredes de los pasillos del CIMeT hay escudos del Hospital Civil.


---Me extrañó el hecho de que no nos pidieron un número de teléfono de otra persona...


---Si la inteligencia de estos experimentadores es tan baja, que son tan abusivos y corruptos, ¿qué puede esperarse de su capacidad para realizar fármacos que no hagan daño?


Continuación:

(2) Como Hitler, Pablo Lemus y Enrique Alfaro están asesinando y explotando en serie y en masa a los más vulnerables en Jalisco

http://encompletoequilibrio.blogspot.com/2022/01/2-como-hitler-pablo-lemus-y-enrique.html


https://archive.is/bGb54

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