miércoles, 30 de marzo de 2022

Aproximación y asombro ante el Ángeles y Serafines

Es la fama de abusiva y deshonesta de una parte de la gente allí albergada, lo que al Ángeles y Serafines ha ganado el apropiado apodo de "Ángeles y Malandrines", desde hace años.


Antes de conocerlo por dentro, yo ya había conocido otros tres albergues para indigentes: el San Juan Grande, el Casa de Misericordia y el CADIPSI (del Gobierno de Guadalajara, a través del DIF de este municipio).


En estos tres albergues se cometen tantos abusos, que mi idea preconcebida en cuanto al Ángeles y Serafines, antes de estar dentro de él, era que no podía ser tan abusivo como esos otros.


El 15 de noviembre de 2021, cuando el Gobierno de Guadalajara me despojó de casi todas mis pertenencias, como represalia por mi labor en defensa de los derechos humanos de los indigentes, ingresé a ese albergue.


Ya tenía yo el conocimiento, no del todo detallado, pero en lo esencial verídico, de que no largo tiempo atrás, dentro de ese mismo sitio, un albergado, con un cuchillo, atacó a uno de los principales encargados, causándole una herida en la cabeza; y que, también, este otro tenía, de largo tiempo atrás, extensa fama de ser en extremo abusivo con quienes allí estaban bajo sus órdenes.


También, en enero de 2021, conocí en la calle a un indigente extremamente irracional, violento y pendenciero que me platicó que había estado albergado un tiempo en el Ángeles y Serafines, y luego expulsado tras una pelea o ataque suyo en que tumbó a la otra persona, y le golpeó furiosamente la cabeza contra el piso repetidas veces, hasta que otros intervinieron para que no lo matara.


Más recientemente, supe que en los Estados Unidos hay orden de arresto contra este sujeto por asesinato a golpes, desde 2013.


Posteriormente, en Ángeles y Serafines, hubo otro enorme abuso, de tortura física y psicológica, mediante acoso y amenaza a un tiempo, cometido en mi contra por cuando menos uno de los encargados del lugar, mediante dicho presunto asesino. Incluyo aquí más adelante los detalles al respecto.


Sin embargo, por entonces, llegué a ver tales hechos como casos contados aislados sobre ese albergue.


Pero en tan solo semanas, quedé sorprendido. Y luego, con el paso de los meses, más y más, mucho más, asombrado por otros múltiples abusos todavía más graves, cometidos por decisiones de Teodora Gómez Regla.


Llegados a este punto, es importante señalar el hecho de que todo lo que aquí voy a narrar, de lo ocurrido desde el 15 de noviembre de 2021, mediante una multitud de archivos que lo prueban, ha tenido lugar mientras Teo y el resto de su mafia han estado en conocimiento de que yo, desde hace muchos años, acostumbro denunciar públicamente, y con frecuencia jurídicamente también, casi toda injusticia que veo o que padezco, y que sin duda ello ha estado induciendo allí cambios, que si bien no han redundado en menores abusos aún, han consistido en formas mucho más disimuladas de abusar al menos tanto o incluso más que como allí es desde siempre costumbre.


A las pocas semanas de haber llegado, allí presencié, de vista o de oídos, directamente, dos o tres golpizas, peleas o ataques físicos violentos por semana entre albergados, con la abusiva (por innecesaria de ese modo, y a veces de cualquier modo) participación, en casi cada caso, de uno de los principales encargados de ese entonces, llamado José Guadalupe, de entre quienes, por la decisión (explícita y pública entre esas paredes) de Teodora Gómez Regla, tienen tal función de autoridad de entre los mismos indigentes.


En cuanto a los abusos y la violencia que se cometen en este albergue, hay dos cosas esenciales que, por propio impulso, se destacan por su señalada relevancia y determinación de lo que estamos allí padeciendo: Lo grave e irracional de los abusos. Y la causa de esos singularmente graves abusos, que radica en la extremadamente irresponsable e inmoral manera que Teodora Gómez Regla tiene de ser y de actuar y de dirigir esa mafia que allí, en su casi totalidad, los está cometiendo en conjunto y en coordinación con ella, bajo sus órdenes y "responsabilidad".


A través de este viaje por las entrañas de este albergue, que presento aquí con numerosas pruebas (de casi todo) y testimonios, se irá viendo, con claridad, que lo que acabo de decir es como mínimo extremadamente cierto.



Un albergue ordenado por la violencia


A propósito de "ordenado" en su sentido de armonizado, hay que aclarar que no hay tal orden en gran parte, y cuando lo hay en apariencia es en gran parte obligado y falso, inestable y temporal, hasta los límites de la, no ya paciencia ni mucho menos melindrosidad, sino capacidad de sufrir todavía más abusos de los que el estado de indigencia ya en sí conlleva. 


Y a propósito de "ordenado" en su sentido de determinado por autoridad, sí estamos, obviamente, ante tal circunstancia, como en todo caso en el que en un lugar existe un responsable o encargado, enterado de lo que sucede, o que se niega a enterarse de ello. Y ambas cosas ocurren, a un tiempo, en Teodora Gómez Regla.


---Continúo escribiendo...


Publicado también en el blog correspondiente:

Aproximación y asombro ante el Ángeles y Serafines

https://teodoragomezregla.blogspot.com/2022/03/aproximacion-y-asombro-ante-el-angeles.html


Respaldos:

Mar-30-2022

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