domingo, 27 de marzo de 2022

Teodora Gómez Regla, su mafia y sus abusos en el alberge Ángeles y Serafines

Teodora Gómez Regla, conocida también como la hermana Teo (y como "madre Teo", por sus vasallos), dirige el albergue Ángeles y Serafines Buenaventura, A. C., en Guadalajara, Jalisco.


Como suele suceder en México, en que reina una extrema ausencia de transparencia, y, por lo tanto, una extrema presencia de actos criminales, su manera de tratar a los indigentes que pernoctamos en este albergue es casi totalmente desconocida fuera del mismo. Si bien, por supuesto, lo cual también es típico de todo México, hay una imagen pública al respecto creada con enorme profusión de falsedades, de mentiras, de sistemáticas hipocresías.


Ya antes he señalado lo mismo en cuanto a los también nefastos albergues CADIPSI, del DIF Guadalajara, y Casa de Misericordia. En los tres,  casi todos los encargados practican, de manera sistemática, la tortura física y psicológica.


Teodora Gómez Regla, tiene un ego inmenso, y está casi todo el tiempo, sobre todo ante quienes ve como inferiores a ella en todos los aspectos (todos sus albergados), tratando de presumir de sabia, instruida y, sobre todo, infalible en cuanto dice y hace.


Una de las cosas que Teodora Gómez Regla más odia, es que otra persona llegue a sugerir que tiene alguna idea que ella no tiene o que es distinta de una suya. Mucho peor si esa otra idea es mejor. Hasta el grado de burlarse con saña de quien llegue a osar, de buena fe y educadamente, proponer un modo diferente de hacer algo, incluso, curiosamente, cuando ella misma ha platicado sobre algún problema que no puede resolver. Y tanto más cuanto más educada (y vulnerable, desde el punto de vista de ella) es la persona que sugiere, y cuanto más apropiada es la idea sugerida.


He tenido el desagrado de sufrir y presenciar reacciones de ella como esta, en mi contra y en contra de otra persona; y de ver cómo otras, que ya la conocían antes que yo, rehuían tan siquiera pensar en llegar a sugerirle algo evidentemente necesario o útil, que a ella no se la ocurrido, pese a sus quejas de deficiencias.


Y he tenido la prudencia de grabarlo, por supuesto; como acostumbro.


Luego, cuando por fin se le llega a ocurrir a ella algo, abandonada por quienes la habríamos podido ayudar, para no ser pisoteados por su airada, irreflexiva y habitual oposición a ello, su ego se infla hasta explotar, con agresiva euforia, contra cualquier otro que se halle cerca, sobre todo si es honesto y noble (o sea, si es "débil", desde su abusiva perspectiva).


Escuchar quejas, es asimismo una de las cosas que Teodora Gómez Regla más detesta.


De hecho, dentro de la mafia que dirige dentro de este albergue, las quejas, de quienes hemos sufrido allí abusos, por parte de Teo misma y de su mafia, son resultados de afeminamientos (y en el albergue habemos solamente hombres) y hasta son, asombrosamente, conductas "delictivas", según sus propias palabras "públicas"; esto es, encerradas y protegidas (en total impunidad) entre las paredes del albergue en que las profiere. Como mostraré también con uno o dos archivos de audio, grabado de sus amenazas contra los supuestamente afeminados delincuentes en busca de ayuda. Y en otros audios respecto a otros miembros de su mafia.


Tres de esos otros miembros, son una mujer a la que llaman "Marichuy", un sujeto, albergado, en extremo cercano de esta, que se jacta con frecuencia de haber estado guardado en la cárcel nueve años y haber aprendido allí mucho, para intimidar y abusar con más comodidad e impunidad, y que dice llamarse "Gustavo Hernández Lara". Los abusos de estos dos, como buenos alumnos de Teo, son de una persistencia y contumacia extraordinarios.


Otro de ellos, de nombre, según se dice, "José Americano, ha insinuado recientemente, a modo de disculpa, por supuesto inadmisible, que los abusos que en mi contra ha cometido han sido por órdenes de Teo, y nada más, así de simple.


Los abusos que aquí he mencionado, no son más que una muy pequeña parte del total que allí he venido padeciendo, junto a muchos otros pernoctantes, que, por su extremo estado de vulnerabilidad, también lo vienen soportando, con temor a las constantes amenazas de que simplemente nos debemos ir de allí si no nos gusta cómo allí se acostumbra tratarnos, esto es, si no nos gusta que se nos torture; como si esto fuera una cuestión de gustos.


A propósito, todo esto va a ser también una parte importante, por supuesto (en combinación por complicidad con lo que en contra de nosotros el Gobierno de Guadalajara viene haciendo), de mi denuncia ante la Corte Penal Internacional, y de otra ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.


Ya en varias otras publicaciones he aludido a estos abusos en mi contra y en contra de muchas otras personas en condiciones muy vulnerables (indigentes, todos nosotros), cometidos dentro y desde dentro de ese albergue, por dichos cuatro sujetos, principalmente.


De ahora en adelante, voy a ir publicando cada día una parte de una serie de archivos y textos (en lo esencial ya escritos, a modo de diario) respecto a sus contenidos, en cuanto a más de cien días que en ese albergue he pasado las noches, desde el 15 de noviembre de 2021.


Como ya antes he mencionado, ya he venido compartiendo enlaces a todo esto, de manera paralela, desde hace unos meses.


Voy a crear un blog aparte sobre este problema, puesto que hay mucho que mostrar.


https://archive.is/7C5KT

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