La tarde de hoy, 22 de noviembre de 2021, en el parque Morelos de Guadalajara, en Jalisco, dos policías municipales llegaron en bicicletas a donde estaba sentado un muchacho, de unos 25 años de edad, cuyo nombre desconozco (nunca lo había visto); revisaron sus bolsas del pantalón y sacaron todo lo que llevaba en una mochila; lo cual es ilegal; es un delito.
Unos 30 segundos después de que lo abordaran, comencé a grabarlos en video, desde unos nueve metros de distancia, con un poco de zoom. Los policías poco después se dieron cuenta, y parecieron moderarse a causa de ello.
Alcancé a ver que sacaron ropa, un celular, una bocina (reproductor de música) y un frasco, al parecer de desodorante.
Los policías platicaron un largo rato con él. Uno de ellos tomó la bocina (de forma cúbica, negra) entre sus manos y la estuvo viendo.
Parecían no quererse alejar del muchacho como si estuvieran esperando la oportunidad para robarlo, y volteaban hacia mí de vez en cuando.
Cuando lo dejaron ir, sin que yo hubiera alcanzado a ver, desde dicha distancia, si los policías robaron al muchacho alguna de sus pertenencias, los agentes, se fueron detrás de él, quien posiblemente era indigente, por la mochila que llevaba.
Entonces fui a seguir grabando hacia ellos. Atravesamos el parque entero diagonalmente. Ellos detrás del muchacho y yo tras los tres, grabando.
Uno de los policías me preguntó qué estaba haciendo y dijo llamarse "Víctor García López", pero sin portar ni mostrar ninguna identificación; me pidió mi nombre e identificación. Le dije mi nombre y que podía buscarme por internet.
Querían entretenerme e intimidarme, obviamente, para dar tiempo de que el muchacho se alejara, y yo no le pudiera preguntar sobre lo sucedido.
Al terminar de atravesar el parque, en la banqueta de enfrente alcancé al muchacho y le pregunté qué había sucedido. Movió la cabeza hacia los lados negativamente, como por miedo de los policías.
Enseguida se fue y los policías siguieron persiguiéndolo. Unos quince metros más adelante lo alcanzaron, lo metieron entre dos carros estacionados, y poco después regresaron hacia el parque, los dos policías. Es muy probable que allí entre los carros (lo que es práctica muy común de la policía en México) lo hayan robado e incluso golpeado y amenazado.
Cuando menos, además de la ilegalidad de la revisión, la persecución fue también lo fue. Lo más probable, en vista de cómo ocurrieron los hechos, es que estos policías hayan cometido hoy una serie delitos contra este muchacho.
Los indigentes se quejan muy frecuentemente de robos que les hacen muchos policías, simplemente deteniéndolos en las calles para despojarlos de todo lo de valor que les encuentran; celular, bocina y dinero, por lo común.
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